(Extenso, profuso y profundo) «Studio Report» del nuevo disco de BADANA
He tenido la suerte de poder escuchar ya por completo el que será en breve el esperado nuevo disco de los de Ibi (Alicante), BADANA, y me hace ilusión ser el primero en contároslo en exclusiva y a modo de “studio report”. Así es para Esquitino «Al otro lado de las cosas, a este lado de la nada”… todo ello de la mano de TFF y Redhardnheavy:
Gracias de antemano a Luis Miguel Rico, por el lado de BADANA, y a José Manuel Fernández, director de la compañía The Fish Factory (TFF) por darme la oportunidad y confiar en mí y en mi criterio para aportar unas primeras líneas maestras sobre este “Al otro lado de las cosas, a este lado de la nada”. De hecho, ya el título mola y a la vez sugiere cosas, te pone en alerta, te dice que aquí de banalidades, topicazos y palabrería barata y trasnochada nada. Esto es BADANA, y desde el principio todo tiene sentido y trata de llamar la atención del de enfrente.
Volviendo a la presentación, no podéis imaginar lo que significa para mí poder plasmar para todos/as vosotros/as las impresiones sobre el que será en octubre el nuevo disco de BADANA. ¡Y encima en primicia!… o exclusiva o el epíteto al respecto que a cada uno le guste más o le suene más o menos importante y/o rimbombante. Da igual, BADANA y yo somos más sencillos, más directos, más emotivos… viscerales también, puede ser, y a la vez reflexivos, pero sobre todo intensos y emocionales, y nos tomamos muy en serio nuestras cosas, nuestro trabajo y la manera de presentar y enfocar nuestros respectivos escritos, textos, canciones, discos, artículos y demás, cada uno en lo suyo.
Empiezo hablando del disco precisamente aludiendo a eso, al punto emocional del mismo, un trabajo con enjundia y con un peso tanto musical como de mensaje importante. No son tiempos fáciles para la lírica, y para el rock y el heavy metal mucho menos, con lo que si tenemos que poner sobre la mesa un nuevo álbum, tiene que merecer la pena, ser serio y tener un peso tanto en la historia del rock español como en la actualidad de la escena musical… pero también tenía que poder mirar de tú a tú al resto de “compañeros” que forman la discografía de BADANA. Y lo cierto es que lo consigue de sobra, que no es fácil, pero posiblemente lo supera y se sitúa junto al insigne “Adiós a las ruinas” posiblemente como el mejor del grupo, y eso no es moco de pavo.
De cualquier manera, y evitando comparaciones fuera de lugar por ahora, lo importante para mí es la coherencia del disco como trabajo de BADANA… Es decir, “suena a ellos 100%”, heavy rock con seña de identidad de Ibi, con textos que nos transmiten el espíritu marca de la casa de Luis Miguel Rico de siempre, mensajes muy rotundos (cada tema a su manera, como luego explicamos) y espíritu de rock n´roll tradicional del grupo… pero con un sonido actual (que no moderno, siempre me encanta matizar esto para que nadie se lleve a equívocos), pesado o melódico según el momento y la canción, y una calidad extra que me sigue sonando a esa reivindicación de las bandas “de segunda fila” levantando la cabeza una vez más reclamando su merecido hueco en nuestra historia a base de temazos y grandes discos, precisamente como el que nos ocupa.
Hagamos un mini paréntesis antes de seguir y vamos con la portada, continuadora a su manera del estilo que ya tenía “Adiós a las ruinas” y sobre todo “Irvandal”, algo más reciente, presentando a nuestro querido “guëndo / duende” ya convertido en sabio y veterano, incluso viejo rockero de los bosques, si lo queremos ver o expresar así, pero ya tranquilo, satisfecho del deber cumplido. Gran trabajo por cierto, sencillo pero efectivo si me permitís una valoración extra que nadie me ha pedido, del reputado José Antonio Vives, más acostumbrado quizás a portadas con motivos netamente de heavy metal pero que ha captado (y plasmado) de lujo el concepto inicial del propio Luis Miguel Rico.
Y nos comenta el propio Miguel, que la idea es que relaciones la bucólica imagen de la portada con la música que contiene el disco, y con las ideas que transmiten las canciones del mismo: libertad, sensibilidad, dulzura, amistad, compromiso con la naturaleza… En definitiva, hacer un mundo más amable y habitable para todos. Y a sus palabras añado las mías… que a mí lo que me transmite son esos matices de espíritu libre, rural en cierto modo, hippie incluso por decirlo de otra manera, amante de la vida, de la naturaleza, de las buenas energías… y pese a todo siendo aún contestatario, más o menos libre (lo que se puede ser en estos tiempos), irreverente y, al final, un viejo rockero, antes joven y rebelde, comprometido y convencido.
¿A qué se une esto para mí? A las letras del disco, a los textos de estas canciones con tanta chicha, tan variadas y con tanto encanto. Creo que en este punto se explica incluso mejor que con la música, que también, el punto 100% BADANA que tiene el álbum. Y es que aquí encontramos la evolución lógica y coherente de los textos que Miguel Rico ha hecho siempre y ha expresado con las canciones del grupo: protesta, sentimientos, subversión, reflexión, diversión y buen humor pero a la vez frunciendo el ceño ante las cosas que no nos gustan… Recuerdos del pelo largo, que dirían aquellos… ¡Bravo!
Como seguidor de siempre del grupo, creo que lo más bonito es encontrarte con nuevos clásicos, con canciones que rivalicen en el mejor sentido con todos esos títulos (y textos) que tenemos grabados a fuego, y con letras y mensajes que digan tantas cosas y que te sigan removiendo las entrañas (y te hagan pensar, que en estos tiempos de “fast food” mental, se agradece el que nos sigan haciendo trabajar al coco). Y todo ello expresado con un preciosismo, una clarividencia y un nivel literario de primera, que sé de buena tinta que Miguel se ha esforzado especialmente en este punto, ¡incluso releyendo de nuevo El Quijote para coger inspiración!, y seguro que le alegra saber que la prueba la ha superado cum laude.
En unos días publicaremos a la vez unas líneas maestras que nos ha mandado el propio protagonista explicando algo más de las canciones, el sentido de las letras y demás, pero no he querido leerlo ni preguntar de más al respecto porque quería mantener mi opinión libre inicialmente a la hora de afrontar este artículo y contaros mis impresiones de la manera más limpia y pura posible. Sí os cuento que el disco se ha grabado en los Estudios Morganes de Castalla (Alicante) y que el resultado sonoro es excelente.
Además, en un análisis quizás posterior me podré meter más en la producción (de la mano de los propios BADANA con la ayuda de su técnico Isma Juan), el buen trabajo instrumental de los nuevos miembros del grupo (y daros total información de los mismos), con las mezclas, adaptando del lujo las voces de los colaboradores en el disco… pero permitirme todos la sobrada de pasar ahora de esto y dejar estos “detalles nimios” (entiéndase la broma del tono) para otra ocasión… porque quiero hablar ya de las canciones del disco en sí, del contenido de facto de “Al otro lado de las cosas, a este lado de la nada” y de los propios temas que componen el disco.
En realidad, esto es lo más importante, ¿verdad? Y en estos tiempos de singles por decreto, de EP´s, de consumo rápido, de dos temas decentes y seis de relleno total, de ediciones digitales con suerte… los que somos de vieja escuela y de gustos “vintage” apreciamos valorar y disfrutar de un disco en su totalidad, como antaño, y si es en vinilo mejor, ¿no? (bueno, no nos adelantemos que todo se andará… espero y supongo). Con su ritmo, su dinámica, su mensaje conjunto, su conceptualidad o al menos línea argumental y musical común. Y es un lujazo paladear el álbum en su totalidad, aunque esté inevitablemente dividido en sus correspondientes partes, nueve en concreto más una introducción.
En realidad se trata de una intro, dos instrumentales (aunque uno es más bien un outro) tres temas con colaboraciones de relumbrón… Bueno, os lo voy contando una a una, aunque el orden de las canciones puede variar un ápice en la versión final (que ya digo que quiero contaros mi impresión netamente inicial, sin ni siquiera comprobar o asegurar que éste sea el orden definitivo o solo aproximado al que tendrá finalmente):
- “Vanira Delia” – Intro a la vieja usanza, de las que suenan al empezar los conciertos y te van poniendo los dientes largos como aperitivo para que llegue rápido el primer tema…
2. “40 y tantos” – Nos encontramos de primeras con uno de los temas más emocionantes que han hecho nunca BADANA, un homenaje indisimulado a sus «40 y tantos» años ya pero dando las gracias a todos los que nos han enseñado el camino. El tiempo pasa volando, ¿eh?, pero aquí seguimos navegando, dejando los recuerdos con espinas en el estante y rindamos pleitesía para empezar a nuestros queridos padres y maestros.
Y, ¿por qué no decirlo así?, este tema es su “Concierto para ellos” particular pero a “a la Badana”. Sin cortarse un pelo en ello y Miguel superorgulloso de ponerse su camiseta de BARÓN ROJO y hacer su tema homenaje a nuestros padres del heavy rock. Por Dio, por OBÚS, por LEÑO, por ÑU y los cuatro Barones. Por Lennon y Mcartney, por Ozzy, Jimmy Page y QUEEN… y todos los demás. Por todo lo que fueron, por todo lo que hicieron, por todos esos sueños… Ostia, emociona tela… ¡Gracias!
3. “Traidor” – Nos ponemos rudos, potentes, muy BADANA de nuevo, pero rabiosos, protestones, poniendo las cartas sobre la mesa, que aquí no hemos venido a hablar de las flores ni a hacer canciones bonitas e intrascendentes. Obviamente no es el primer tema en esta onda que hacen BADANA en su carrera (una frase que voy a repetir bastante hablando del disco, y para mí es genial). Tono más duro, con base rítmica pesada y un Miguel cantando con rabia, con tono pendenciero y con un puñal entre los dientes. Y para mí otro de los temas ganadores del disco, que este trabajo tiene unos cuantos, y no es cuestión baladí destacarlo desde el principio.
4. “Tiempos extraños” – Primera colaboración importante y otro de los temas rotundamente ganadores del disco. BADANA y El Drogas, ojito, que no hablamos de niñerías, y además con un tema que precisamente es esa mezcla perfecta entre unos BARRICADA (siempre admirados por Luis Miguel Rico, aunque su estilo base aparentemente sea otro), y dos voces diferentes pero que curiosamente casan perfectamente tanto en los tonos rabiosos y malencarados como en los más melódicos y pegadizos del estribillo. Las tonterías al cajón, sin duda, y a decir las cosas claritas y a la cara, pero con elegancia, como los buenos.
Musicalmente es de estructura “sencilla”, rotunda y actual pero directa, muy efectiva y con encanto. Y luego la letra ataca con crudeza contra los tiempos actuales, la clase política y social que nos desgobierna, la tontería reinante, los que nos amargan la existencia una y otra vez… Que ya no hay ni esencia ni decencia, y encima ahora los villanos son los señores, ¡tiene bemoles la cosa! Por favor que nunca falte la irreverencia y las ganas de meter el dedo en el ojo en el rock n´roll. Y que nunca falten BARRICADA / EL DROGAS y BADANA como referentes para esto. Curiosa de hecho la mezcla entre el deje primigenio del grupo con el sonido más actual y rotundo de ahora.
5. “Lucharé” – Sin duda para mí el temazo del disco, y me peleo con cualquiera para defender esto (a ser posible en un combate limpio, eso sí, sin navajas ni pistolas). Posiblemente el corte más heavy y duro del trabajo, y a la vez el más clásico y BADANA aquí. Orgullo de ser heavy, de ser rockero, de ser luchadores en esta vida, con la mirada bien alta, sin arrodillarse ante nadie… Nos creíamos esto desde que sólo éramos chavales con pendiente y pulserita hasta ahora que peinamos canas, tenemos hijos y algunos hasta nietos, y hace mucho que dejamos atrás los tiempos del Dictador. Pero BADANA llevan cantando esto desde el primer disco al último (“Joven muchacho”, “Rebelde y fiel”, “No me vas a joder más”, “Y nosotros aquí”, “Rockers”, “Más fuerte”…).
Si no lo sientes así, no has entendido nada de qué va esto. Y no, el rock y el heavy sigue sin ser de todos ni para todos… (Musicalmente) Empieza muy poderoso, marcando territorio, captando tu atención y exponiendo los argumentos con rotundidad desde la música hasta las frases directas y cortantes de la letra… Resumiendo: las cosas modernas y las chorradas para los modernos, que nosotros seguimos siendo y pensando igual, y mojándonos al respecto.
6. “Vulcano” – Rebajamos en parte la intensidad de “Lucharé” con una de esas instrumentales largas que tanto le gusta meter a Miguel en los discos de BADANA desde siempre. Comienza tranquila, más ambiental incluso para ir endureciendo el tema poco a poco, sin perder melodía y chispa. No soy yo el mayor fan de los temas instrumentales en los discos, pero hay que reconocer que Miguel Rico siempre ha tenido buen tino y mano para esto. Y “Vulcano” es un punto musical interesante, a modo de respiro para coger fuerzas y desengrasar un poco la intensidad de la primera parte del disco para afrontar la segunda, algo más relajada quizás.
¡Ah!, menudas baterías poderosas tiene el tema, aunque el protagonismo lo lleve la guitarra y tenga dejes progresivos ya en la parte intermedia. Y recupera tranquilidad al final, casi en tesituras de jazz y bossanova por momentos (dentro de lo que nos ocupa, que nadie se vuelva loco con la explicación), para terminar duro de nuevo, enlazando de hecho directamente con el siguiente tema en un guiño muy acertado…
7. “Todo tiene un precio” – Más directa, dura de base y de nuevo otro de esos temas del disco de corte reivindicativo, nostálgico en cierto modo y a la vez de autoempuje para afrontar las dificultades de la vida y las piedras que la vida nos pone en el camino. Musicalmente es un tema “raro”, a contratempo y con varios cambios musicales a lo largo de la canción, pese a que la estructura de la misma es más o menos sencilla. En este caso quizás me ha llegado menos que otras canciones del trabajo pero eso no le quita valor, calidad ni presencia destacada en la segunda parte del álbum. Buen trabajo instrumental, guitarras muy finas y un tema que quizás no destaca en la pelea con otros singles más claros del disco pero que tiene su punto.
8. “Hasta el cielo” – La balada del disco es un caramelo que nos regalan Miguel y Aurora Beltrán, a dúo, ¡casi nada! Un medio tiempo más bien, de corte más positivo, preciosista en música y letra (algo hippie incluso, me permito decir nuevamente, pintando mariposas de rosa mediante) y que tiene mucho encanto. De hecho, sin poderlo asegurar en este caso (ya os digo que no he querido leer aún, ni siquiera preguntarle de más al protagonista, sus pistas al respecto) pero sí conociendo los antecedentes, me puedo atrever a decir que el tema puede tener tintes feministas y de apoyo a la mujer desprotegida, como han hecho otras veces en el pasado (de manera más directa y descarnada, eso sí, como en “Princesa desencantada” o “Animal”)… aunque parece ser que en realidad habla de la pérdida de un ser querido, cercano o similar.
Sin duda la voz de Aurora es un extra maravilloso que mejora casi todo lo que toca, y me ha sorprendido lo bien que se empasta en la canción con la voz aparentemente tan diferente de Miguel, y lo bonita que ha quedado la canción… siendo posiblemente a la vez el tema más diferente del disco y menos BADANA (que oye, mola que aún tengan la capacidad de sorprendernos tantos años después, ¿no?). No es una faceta la de las baladas que BADANA hayan tocado mucho en su historia, pero oye, de vez en cuando tiene gracia y no indigesta. Y más si lo aderezamos con el maravilloso regalo de contar con Aurora, ¿no?
9. “Sinvergüenza” – El corte más sorprendente (y entrañable) del disco, y todavía me tienen los cabritos decidiendo si me hace menos gracia o me encanta. Todos sabemos que, pese a la rotundidad general de las letras de BADANA, siempre gustan de hacer gala del sentido del humor cuando encarta, y esta canción es ni más ni menos que eso, un tema gamberro, desvergonzado, ligero, divertido, alegre incluso (sensual / sexual sería decir demasiado) pero a la vez pegadizo y agradable al oído. Es curioso que no casa demasiado música y letra, (o sí, según se mire), pero a la vez se te mete en la cabeza y no te suelta… algo tendrá jeje.
Difícil por cierto reconocer al Bode de PORRETAS en esta canción, aunque sí le da ese punto de canallas rockeros que pretenden. No tiene la chispa ni la gracia de “Parecían tontas” pero me da que se acabará convirtiendo en un clásico, o al menos un tema querido de su repertorio. Tiempo al tiempo…
- “El estanque” – No confundir con el tema de HEROES DEL SILENCIO, jeje, que no tiene nada que ver. No, para cerrar el disco nos encontramos con esta instrumental tranquila, preciosista, evocadora, electro-acústica y que de hecho casa genial tanto con el concepto de la portada como para cerrar el álbum de manera relajada en sí. Comienza potente pero es un señuelo porque en realidad es más un outro alargada que otra cosa, que la instrumental como tal del disco es “Vulcano”, pero te deja con buen sabor de boca, como ese chupito suave de licor de hierbas o de crema de orujo que te asienta la comilona y, aunque breve, te sienta de maravilla para terminar.
Y tras el relajado paseo en barca por el estanque, mirando al cielo, pensando en el ayer y quién sabe qué pasará mañana, sin darte cuenta se acaba el disco y solo puedes sonreír pensando que sí, que BADANA lo han vuelto a hacer.
Como conclusión final, y sin querer tirar de tópicos ni por un segundo, no sé si a veces sabemos valorar lo que tenemos aquí y a las bandas de “segunda y tercera fila” de nuestra historia. Y tantos los jóvenes como los mayores, ojo, que ya sea por exceso o por defecto solemos ser muy injustos con los nombres que llevan 40 años de verdad luchando por esto (ZARPA, PEDRO BOTERO, TAHÚRES ZURDOS, MOTORES, AZRAEL, ÑU, LEIZE, ILEGALES… y BADANA). E intuyo que, al igual que lo han hecho recientemente los gigantes (a la par que “amos de la barraca”) JUDAS PRIEST y SAXON, nuestros protagonistas han querido dejar en el nivel más alto y digno posible su último disco, especialmente cuando sobrevuela la duda de que pudiera ser el definitivo. De manera más humilde quizás pero con intención milimétricamente similar.
Quizás estoy divagando, vale, pero muchas veces nos perdemos en innovaciones sin alma, en destacar bandas sin chicha ni limoná, en discos totalmente vacíos de chispa, mensaje y actitud, en moderneces sin sentido y en la enésima nueva búsqueda del Santo Grial musical sin darnos cuenta que siempre hemos tenido delante a las bandas más especiales y no lo queremos o sabemos ver. Así que menos siguiente encarnación de, los nuevos tal o los próximos cual… Despierta y lo verás…
Gracias BADANA porque aquel joven muchacho puede seguir estando orgulloso 40 y tantos años después. Por todo lo que fueron, por todo lo que hicieron, por todos estos sueños… we will rock you!
Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com)