Segunda jornada del Rock The Coast
Tras las crónicas de los conciertos de la jornada de presentación y el primer día como tal del festival, además del resúmen general, os contamos qué dio de sí la segunda jornada del Rock The Coast. ¡A por ello!
ROCK THE COAST: 13 -15 de junio de 2019 (Fuengirola, España)
El segundo día del festival comenzaba algo más temprano y por desgracia no pudimos llegar antes del comienzo de JINJER, a los que pudimos ver según entrábamos en el recinto. Acomodándonos todavía, observamos la propuesta moderna pero al mismo tiempo poderosa de una banda que cuenta con la voz de Tatiana Shmailyuk como una de sus piezas más importantes para no dejar a nadie indiferente.
JINJER son otro de esos grupos que empiezan a marcar una línea muy clara de hacia dónde puede evolucionar el Metal, agresivo, furioso y permitiendo su permeabilidad ante múltiples estilos. Sin duda no era la mejor hora para su descarga pero permitió calentar los cuellos ante el primero de los platos fuertes del día, los españoles ANGELUS APATRIDA…
ANGELUS APATRIDA
Nos hemos acostumbrado a ver en festivales de renombre a los albaceteños, y casi sin darnos cuenta olvidamos lo duro que es para una banda española haberse hecho imprescindibles. Es impresionante lo logrado por un grupo que no han parado de trabajar y que salen siempre a darlo todo, independientemente de que estén en una sala pequeña en un remoto rincón de Europa o al frente de un gran escenario con miles de personas. Desde luego es para estar orgullosos de ellos y nuevamente en Fuengirola demostraron que están ahí por méritos propios.
Lanzándose a cuchillo desde el primer minuto, sobreponiéndose a los problemas técnicos que en el comienzo de la actuación hicieron que el bajo de José fallara, y que les obligó a perder unos minutos mientras se lograba superar el problema, en ningún momento cesaron de animar a un público enloquecido bailando pogos y montando circle pits. Desde la dura y al mismo tiempo melódica “Sharpen the Guillotine” y la directa “One of Us” el concierto fue incrementando su intensidad haciendo que acabase doliéndonos el cuello de tanto moverlo. Thrash con toda la intensidad y con altísima calidad y Metal que no olvida sus orígenes, cubriendo tributo a SLAYER con “The Antichrist”, tema que, al igual que todo el show, fue grabado para, según comentó Guillermo, una sorpresa que verá la luz pronto.
Pelotazo final con “You´re Next” y nuevamente la certeza de que estamos ante la, posiblemente, banda más importante de Heavy Metal de nuestro país. Siempre ascendentes y siempre sin defraudar.
Texto: Fernando Checa
DARK TRANQUILLITY
Lo que tienen este tipo de festivales es que hay lugar para todo, y siempre te encuentras alguna de esas bandas que escuchabas con quince años y no puedes perderte para conseguir ese puntito “remember”. En este caso DARK TRANQUILLITY son uno de esos grupos cuyos discos quemé de adolescente y llevaba años sin escuchar, y me apetecía mucho verles, para variar, y corear viejas canciones. Los suecos son ya una banda más que asentada en los grandes eventos, que tablas y profesionalidad no les faltan, y vinieron dispuestos a hacer temblar los cimientos con su Death Metal melódico, cada vez más melódico y menos Death quizás.
Por desgracia el sonido creo que fue de lejos el peor de todos los conciertos que pude ver en todo el festival, que por lo demás sonó en general bastante bien, y creo que la banda de Mikael Stanne, (rigurosamente vestido de negro y con pantalón y manga largos, con la que estaba cayendo), habrían lucido mucho más en un escenario con pantallas. Estos chicos suelen cuidar bastante los detalles en sus conciertos en salas, y llevan un buen montaje visual para acompañar su música… pero esta vez nada.
Interpretaron en su mayoría canciones de su último disco “Atoma”, como “Encirced” con el que llevan girando ya 3 años, dejando para la recta final temazos clásicos como “The Wonders at your feet”, “Thereln” (por la cual a un servidor le mereció la pena ver el concierto) o la gran “Misery´s Crown” con la que cerraron… Nada que reprochar a la banda, que se dejó todo lo que tenía y mantuvo al público animado en todo momento, una lástima las condiciones externas que deslucieron su actuación.
Texto: Javier Gil
MAGNUM
No son un grupo que haya seguido a fondo, pero el concepto que tenía de ellos hacía que, a priori, pudieran encajar bastante más con mis gustos que otras bandas de la jornada del sábado… así que me apresté a verlos, bajo un sol de justicia, eso sí. El combo liderado por Bob Catley, que aunque no lo parece tiene ya 71 años, derrochó energía desde el primer minuto, a pesar del ya mencionado calor que nos castigaba a esas horas del día. Poco a poco iban descargando maravillosos cortes clásicos como “Sacred blood divine lies” que cuadraban con la idea que yo tenía de MAGNUM, aunque son frecuentes en sus canciones partes de teclado que a mi entender rompen bastante la atmósfera general de los temas, pero cuadraron una gran actuación, apreciaciones personales al margen.
La imagen que tenía de ellos de “Rock de padres”, dicho esto como punto a favor en mi caso, se me escapaba a ratos con estos sonidos casi sinfónicos, como en el actual “Lost on the road”, que me parece que llega a rozar el Power Metal, en su vertiente más de medio tiempo, y que de hecho han llegado a grabar en directo con el vocalista de AVANTASIA (y EDGUY) Tobias Sammet… De cualquier manera, brillaron a gran altura, como la gran banda en directo que son, y en todo momento estuvieron muy enérgicos, sonando con una gran contundencia y demostrando que su clase está por encima de ninguna duda.
Texto: Javier Gil
CRISÁLIDA
Una de las cosas que más me gustan de los festivales es poder descubrir o ver a grupos que no conociera, o no hubiera disfrutado en directo. Desde Chile nos visitaba por primera vez CRISÁLIDA, una banda de metal de tinte progresivo que, pese a su trayectoria, en activo desde 1997 y habiendo tocado junto a bandas del calibre de DEEP PURPLE, ASIA, THE GATHERING, ANATHEMA o TARJA, seguramente eran los grandes desconocidos de Rock the Coast.
Reclamo más que suficiente para acercarme al escenario 3, en el Castillo, y comprobar cómo se las gastan en vivo. Empezaron con un ligero retraso debido a pequeños problemas con la prueba de sonido pero, una vez se solucionaron sorprendieron a todos los presentes con un sonido muy cuidado, y una calidad técnica fuera de toda duda…. “¡Somos CRISÁLIDA, desde Chile!¡No saben lo que significa para nosotros estar aquí!”, decía una Cinthia Santibáñez, vocalista y frontwoman de los chilenos, a la que se veía feliz y nerviosa al mismo tiempo.
Junto a ella, el bajista Braulio Aspé, el guitarrista Damián Agurto y el batería Felipe Cortés, conformando una formación realmente sólida. En apenas cuarenta minutos aprovecharon para presentar su último trabajo hasta la fecha, Terra Ancestral (2015), con temas como “Cabo de Hornos” o “No quiero morir aquí”. La propuesta de CRISÁLIDA destaca no sólo por su calidad técnica sino también por unas letras directamente relacionadas con el sentimiento de pertenencia a una tierra y sus pueblos ancestrales, y con el arraigo a sus culturas… letras en ocasiones muy crudas y con una carga sociocultural muy importante, que reflejan una buena parte del sentir del metal latinoamericano.
Sin duda alguna, una gran y acertada apuesta de Madness Live!, que esperemos continúe por esta línea en las próximas ediciones.
Texto: Fernando Galicia
OPETH
OPETH eran, tras RAINBOW, uno de los platos fuertes del sábado 15. Y como siempre, no defraudaron… Los suecos, comandados por “Miguelito” Akerfeld (como él mismo se presentó), dieron una lección magistral de técnica y musicalidad bajo todavía un sol importante. Akerfeld, como viene siendo habitual, estuvo dicharachero y bromista, indicando que con ese sol y en ese sitio Dave Lee Roth estaría encantado. Es cierto que la propuesta de OPETH, comparada con la de otros participantes del festival, corría el riesgo de hacerse densa por la extensión de los temas, y el carácter tan progresivo de la misma, pero no lo es menos que salieron airosos del envite.
Además, el hecho de actuar inmediatamente antes que RAINBOW les granjeó una cantidad de público muy importante, aunque no fueran expresamente a verles a ellos. Seguramente sabedores de la situación, los suecos elaboraron un setlist en el que repasaron prácticamente su carrera completa, interpretando cada canción de un disco distinto y contentando así a los seguidores de su época más oscura y de la más actual. De esta manera, sonaron “Sorceress” (Sorceress), “Ghost of perdition” (Ghost Reveries), “Demon of the fall” (My arms, Your hearse), “The Devil’s Orchard” (Heritage), “Cups of Eternity” (Pale communion), “In my time of need” (Damnation), “The Drapery falls” (Blackwater park) y “Deliverance” (Deliverance).
Poder escuchar de nuevo a Akerfeld hacienda guturales fue un lujo, toda vez que en sus últimos discos ha eliminado totalmente esta práctica, y que en directo cada vez lo hace menos. Al final salieron triunfadores, maravillando a sus fans más acérrimos. Pero además, aunque su concierto, enclavado entre las actuaciones de MAGNUM y RAINBOW, era radicalmente distinto al de estos, supieron hacer valer su calidad extrema como para ganarse el respeto del público que, en otras condiciones, no hubiera acudido a verles.
Texto: Fernando Galicia
RAINBOW
Reconozco que siempre pensé que no llegaría a ver en directo a RAINBOW. No pude hacerlo a comienzo de los ´80, en sus dos venidas a España y la única vez que tuve la oportunidad de ver a Blackmore fue en el histórico concierto de DEEP PURPLE de julio del ´85… Histórico y fallido, puesto que el culmen fue la espantada que el “hombre de negro” acabó haciendo, abandonando el escenario y obligando al grupo a tocar “Smoke on the Water” sin guitarra, algo que de no ser tan surrealista seguiría comentándose en los anales del disparate que hemos vivido los que llevamos metidos en esta música muchos años.
Tras estar alejado del rock durante dos décadas pensar en poder ver a RAINBOW era más una entelequia que una realidad. Hasta que hace tres años saltaba la noticia: para algunos shows, casi como divertimento de quien ya está de vuelta de todo, podríamos revivir la historia, con una banda reformada para la ocasión. Y con un vocalista “desconocido” para buena parte del mundo, el chileno-español Ronnie Romero. Tres años en los que la espera por poder verles finalmente llegaba a su fin en ROCK THE COAST. Un pequeño sueño hecho realidad que no dejaba de tener su ámbito de duda. ¿Estarían los “nuevos” RAINBOW a la altura de la leyenda que son? Y solo puedo responder con una palabra: impresionante. Fue impresionante lo que vimos, lo que sentimos, y lo que vivimos, en el escenario malagueño.
Sin duda Ritchie Blackmore ya no es aquel guitarrista que tenía una técnica que ha influenciado a cientos de músicos amantes de las seis cuerdas. 74 años son muchos y ciertos problemas de salud hacen que su forma de tocar no sea ni tan ágil ni tan precisa como la que le convirtió en el Dios de la Guitarra con el que tantos hemos crecido. Pero la calidad permanece y la preciosidad de composiciones eternas se mantiene. Tocadas, eso sí, de una forma ligeramente diferente, pero sin perder un ápice de su emoción. Sin dejar de trasladar al que escucha a melodías tan cantables como sensibles.
Aunque hay que dejar claro que un concierto tan memorable tuvo un segundo protagonista sin el cual posiblemente las cosas hubieran sido diferentes: Ronnie Romero. Decir que Ronnie tiene una de las mejores voces de la actualidad no es descubrir nada nuevo. Pero verla brillando con composiciones que hicieron eternas Ronnie James Dio, Graham Bonnet o Joe Lynn Turner es cerciorarse de la inmensa suerte de que un día Blackmore decidiera confiar en él para esta nueva etapa. Injustamente criticado por algunos, en la perfecta demostración de lo que nos cuesta aceptar el éxito de aquellos que son más cercanos. Ronnie Romero tenía el reto de graduarse como parte del mito… ¡y vaya si lo hizo!
Desde el comienzo, con un precioso recuerdo en forma de camiseta a la triste pérdida de nuestro amigo José Antonio Manzano (BANZAI, MANZANO, EMERGENCY, NIAGARA…) y, sobre todo, con una voz que se acopló perfectamente a todas las canciones. Activo, divertido, empujando a las 15.000 personas entregadas para que el propio “jefe” Blackmore sintiera el calor español. Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que olvide la interpretación de “Stargazer”, sencillamente maravillosa.
Muy posiblemente a cada uno de los que estábamos allí y que sentimos a RAINBOW como la banda sonora de nuestra vida nos hubiera gustado participar en la elaboración del setlist. Tal vez hubiéramos preferido escuchar “Catch the Rainbow” o “Starstruck” a “Perfect Strangers” o “Smoke on The Water”. Pero a nadie le extraña cuando el nombre del proyecto va encabezado por el del guitarrista que lo alumbró. Es su entretenimiento y él decide qué tocar, más allá de gustos de los fans. Aun así, poder cantar a voz en grito “Since You Be Gone”, “Mistreated”, “The Man of the Silver Mountain” “All Night Long” o “Long Live Rock and Roll” es tan especial que hace incluso que olvidemos aquellos temas que deberían estar y que sentimos injustamente olvidados.
De rodillas sobre el escenario, obviando los sucesivos carteles que avisaban de los pocos minutos que quedaban de actuación, la estampa de Ritchie Blackmore sorprendido y feliz. Sonriente y pletórico será también difícil de borrar de la memoria. Como todo el concierto que nos demostró, una vez más, por qué amamos tanto esta música. Sin duda, glorioso e inolvidable.
Texto: Fernando Checa
THE DARKNESS
Tocar justo a continuación del cabeza absoluto del cartel de un festival. Que es una leyenda. Que lleva veinte años siendo esperado. Que ha hecho un concierto memorable. Al que ha habido que sacar casi a rastras del escenario porque estaba tan feliz que no quería marcharse. Y que, como inventor de esto, ha alargado su actuación 20 minutos sobre su tiempo establecido. Pocas situaciones se me ocurren peores para comenzar un concierto que éstas… Y todas juntas confluían en la actuación de THE DARKNESS, una de las últimas superbandas que suman admiradores y detractores de forma paralela.
Para algunos su propuesta fresca y divertida escapa de los cánones más clásicos y, unida a la extrema calidad de sus canciones y a la personalidad de Justin Hawkins, son unos grandes por derecho propio. Para otros es una banda demasiado irregular, en la que el histrionismo de su líder acaba por resultar casi paródico. Difícil poner de acuerdo a unos y otros. Así, mientras la sensación de júbilo generalizado por el concierto que RAINBOW acababan de dar se mantenía en las caras y las conversaciones de muchos asistentes los británicos arrancaban con la conocida «Growing On Me”.
Como guiño a su diferencia y auto-reivindicación, frente al hombre de negro, Justin aparecía completamente de blanco. Tocando la guitarra o desprendido de ella, Hawkins se mantuvo en esta ocasión mucho más discreto que otras veces que he tenido la ocasión de verles. Su peculiar voz también sonó más contenida y, pese a que en THE DARKNESS la diversión es una pieza clave de todo el show, en esta ocasión trataron de mantenerse mucho más enfocados en ofrecer una descarga de rock and roll sin contemplaciones. “Givin´ Up” volvería a poner de manifiesto la forma especial que el grupo tiene de mover a su público para cerrar con “Love On The Rocks With No Ice” un concierto que tal vez sea de los más complicados que han tenido que afrontar. Aun así, dejando un buen sabor de boca incluso a aquellos menos amantes del grupo.
Texto: Fernando Checa
MICHAEL MONROE
Después de la maravillosa actuación de Ritchie Blackmore con sus RAINBOW, que era lo que prácticamente todos los presentes en el recinto no queríamos perdernos, y de las estridencias habituales de THE DARKNESS, que era seguramente otro de los platos fuertes de la noche del sábado, le tocaba saltar al escenario a MICHAEL MONROE y los suyos, y no lo hicieron ni mucho menos acomplejados, ¡qué va!, lo hicieron con una lección de actitud, rabia y “macarrerío” del que muchos grupos podían tomar nota.
A sus 56 años y vestido al más puro estilo Sleazzy Rock, arropado por una muy buena banda, el que fuera el líder de HANOI ROCKS, derrochó energía desde el minuto 0, demostrando que le queda cuerda para rato, interpretando un tema tras otro sin descanso, con momentazos como “Soul surrender” o “Trick of the Wrist” de su actual etapa, pero dejando lugar para covers como “Shake Some Action” de FLAMIN´GROOVIES, o “Up Around the Bend de CREEDANCE CLEARWATER REVIVAL y por supuesto para una selección de temas de HANOI ROCKS, como “Taxi Driver”, “Don´t You Ever Leave Me”…, todo esto sin parar quieto un segundo, recorriendo el escenario de punta a punta, ya fuera cantando, colgándose un saxofón o interpretando partes libres de voces con una armónica.
Lo dicho, un torbellino. Toda una clase de punk rock, sin duda, aunque por momentos te deje la sensación de estar viendo a RAMONES disfrazados de MÖTLEY CRÜE.
Texto: Javier Gil
CONCEPTION
Mal empezaron CONCEPTION en su primera visita a España, y con esta gira de reunión. Por problemas técnicos, su actuación comenzó con más de cuarenta minutos de retraso sobre el horario previsto, algo que traería consecuencias no sólo para ellos, sino también para DRY RIVER, que vendrían detrás. Había expectación por ver a los noruegos, y por ver especialmente a Roy Khan tras su espantada de KAMELOT y posterior “desaparición” del panorama (principalemente por motivos religiosos/espirituales y existenciales, por cierto).
El llenazo en el Castillo así lo corroboraba, aunque la demora excesiva hizo desistir a mucha gente, que empezó a abandonar el recinto, dejando muchos espacios entre el público. La buena noticia es que pudimos comprobar que Khan sigue cantando, y sigue cantando bien, aunque es cierto que nunca ha sido un vocalista de forzar en exceso y salir de su zona de confort. CONCEPTION venían presentando su nuevo EP, My Dark Symphony, del que sonaron cuatro de los seis temas que lo componen (“Grand again”, “Into the wild”, “Quite alright” y “My dark Symphony”), compartiendo protagonismo con su álbum Flow, del que sonaron “A virtual Lovestory” y “Gethsemane”.
Tras los cuarenta minutos de retraso, comenzaron su show con un “Grand again” en el que los problemas de sonido continuaron, especialmente para la voz y la guitarra, que se dejaban de escuchar de forma intermitente. Aunque tras tres o cuatro temas se pudo alcanzar la normalidad, lo cierto es que todo ello deslució un concierto que podía haber dado mucho más de sí. Aunque les dejaron algo más de tiempo para compensar el inicio, la banda nunca estuvo cómoda en el escenario, y todo eso se notó en su interpretación. Resultado decepcionante para una de las actuaciones, sobre el papel, más especiales del festival.
Texto: Fernando Galicia
DRY RIVER
A pesar de haber recortado el tiempo de actuación de CONCEPTION, nuestros DRY RIVER sufrieron las consecuencias de los problemas arrastrados en el escenario del Castillo, y salieron con un retraso que les obligó a tener únicamente media hora de concierto. Y si con WARDRUNA ya dije que el festival empezó con una de sus mejores performances, ahora vuelvo a decir que terminó con otra a su misma altura (aunque con un estilo muy diferente). Los de Castellón pusieron el broche final al festival con su buen humor habitual, que demostraron nada más salir cuando Carlos, guitarrista, dijo: “(…) no tenéis pinta de quereros suicidar… si no, estaríais viendo a MAYHEM (…)” (que en ese momento actuaban en el escenario principal).
A partir de ahí, y con el recinto muy lleno a pesar de la hora, desplegaron toda su artillería, abriendo con un “Fundido a negro” que sonó espectacular, con el cantante Ángel cantando en su mejor nivel. La parte más cómica del grupo salió a relucir con “Irresistible”, con sus dos actores sobre las tablas haciendo un baile gimnástico para cachondeo del personal, y Ángel avisando que era una canción para bailar. “Me va a faltar el aire” ponía el contrapunto serio… y a todo el público a cantar. Cerraron, tras sólo cuatro canciones, y pese a las protestas de la gente, con un fantástico “Traspasa mi piel” (“la favorita de todo el mundo”) en el que de nuevo nos pusieron a todos a cantar, junto a “Freddie Mercury”, para hacer una retransmisión en streaming vía Facebook.
Injustamente breve, el show de DRY RIVER fue tremendo, maravilloso, una verdadera fiesta de despedida que disfrutó todo el mundo sin excepción. Los castellonenses son actualmente, sin duda alguna, una de las bandas españolas más originales, con más calidad y mejor puesta en escena de todo el panorama. Deberían ocupar puestos de privilegio en los carteles de los festivales, y en esta ocasión puntual, esperemos que la organización les vuelva a invitar para que puedan desplegar todas sus armas, pero con un tiempo acorde a lo que merece su propuesta.
Texto: Fernando Galicia
MAYHEM
Al igual que había pasado el día anterior con CARCASS, los amantes de los sonidos más extremos tenían que esperar hasta el final de la jornada para llevarse una pequeña dosis de caña para el cuerpo, en este caso en forma de Black Metal.
Con una escenografía cuidada al detalle saltaron al escenario los míticos MAYHEM, con un sorprendente número de personas aún en el recinto, para tratarse de una banda de Black Metal. Está claro que siguen arrastrando una importante legión de fans, pero a buen seguro también había muchos curiosos con ganas de ver a esta controvertida formación noruega, por toda la macabra historia que les rodea y que además está actualmente más en la palestra que nunca, con el reciente estreno de la película documental “Lords of Chaos”, que de hecho podían disfrutar gratis los asistentes al festival que así lo deseasen un día antes del comienzo del propio Rock The Coast.
Interpretaron temas como “To Daimonion”, “Dark Night of the Soul” o “Life Eternal” dando cierre al festival con “Deathcrush”, cerrando una notable actuación que satisfaría a los fans de la banda, y que dejaría aún con el susto en el cuerpo y pitidos en los oídos a los que no sabían muy bien en qué consiste un concierto de MAYHEM.
Texto: Javier Gil
CONCLUSIÓN FINAL
Más de cuarenta conciertos (por desgracia no pudimos verlos todos, porque es imposible), 15.000 personas disfrutando de dos jornadas fantásticas, una organización con muy buen nivel, tras la primera edición del ROCK THE COAST hay que dejar claro que la satisfacción de la inmensa mayoría de los asistentes ha sido muy alta.
El festival ha brillado y ha mostrado que es posible abrir una nueva ventana a un evento que mezcle propuestas clásicas con otras más modernas, sin dejar de dar cabida a bandas locales, ya sea en los escenarios principales o en el más pequeño, del castillo. Un festival que merece la segunda edición prometida y que, con pequeñas mejoras, está llamado a convertirse en cita ineludible de los veranos festivaleros.
ROCK THE COAST 2019 es historia… ¡Larga vida a ROCK THE COAST 2020!
Textos: Fernando Checa, Fernando Galicia y Javier Gil
Fotos: Oficiales de Rock The Coast (Irene Serrano y Magda Lázaro)