Crónicas ROCKFEST Barcelona – Primera parte (jueves)
Tras la intro general y nuestro primer artículo a modo de sensaciones generales, os contamos ya lo más representativo de los conciertos del Rockfest 2019 los días 4, 5, 6 y 7 de julio… ¿Vamos con las crónicas del jueves para empezar?
Como siempre decimos en estos casos, es imposible cubrirlo TODO (ni estar a la vez en los escenarios grandes y en las carpas y llegar a todos los conciertos), pero espero que os guste nuestro completo resúmen del primer día del festival:
ROCK FEST BCN – Jueves 4 de Julio de 2019:
Los cuatro días de duración del festival, y el hecho de que nos desplazáramos el mismo jueves desde Madrid, hizo que a la hora de comienzo, las 17:00 del jueves 4 de julio, con la descarga de los barceloneses KILMARA no nos hubiera dado tiempo todavía a llegar al recinto de Can Zam.
No obstante, a tenor de lo que pudimos comentar con los asistentes que estuvieron en su concierto, dejaron un gran sabor de boca. Siempre insistimos en la importancia de abrir espacio en los festivales a las bandas locales y RockFest no está obviando ese aspecto. Es duro abrir un festival con tantas bandas, pero también es todo un reto y motivo de orgullo el compartir cartel con bandas míticas. Sin duda tendremos otros momentos para poder disfrutar de una banda que lleva pateándose los escenarios desde el año 2003 y a la que deseamos el mayor de los éxitos.
RAVEN
Con casi diez minutos de retraso sobre el horario previsto, los británicos RAVEN salían a escena bajo un sol de justicia y un calor húmedo agobiante. Durante una hora, las leyendas de la NWOBHM estuvieron desplegando su heavy metal seco, cercano al speed, para un público que aún estaba llegando al recinto. Su actuación, pese a ser en el momento posiblemente más sofocante del día, fue tremendamente enérgica, y congregó a un buen número de seguidores y curiosos, a golpe de temas como “Take control”, “Hell Patrol”, “All for one”, “Top of the mountain” (ésta de su último álbum), “Mind over Metal” o una buena versión de “It’s a long way to the top (if you wanna Rock ‘n’ Roll)”, de AC/DC.
No me preguntéis por qué, pero la banda de los hermanos John y Mark Gallagher siempre me ha recordado a ANVIL… tal vez por quedarse a la zaga de todas las que triunfaron con la NWOBHM en Europa, tal vez por su mala suerte… ¿Y por qué no decirlo?, ¡porque a fe y ganas no les gana nadie! Cuando vi a Mark salir con una pierna aparatosamente sujeta a un armazón no pude sino corroborar la sensación. Le pusieron una silla, pero fue incapaz de sentarse con el subidón del directo.
No fue su mejor actuación, es cierto, pero supieron sobreponerse a todos los obstáculos que la rodeaban, que no eran pocos, y se ganaron el aplauso a base de sudar de lo lindo (literalmente). (Texto: Fernando Galicia)
PRIMAL FEAR
La banda de los incombustibles Ralf Scheeper y Mat Sinner son todo un clásico que nos visitan bastante a menudo… Les hemos podido ver en infinidad de ocasiones pero tenía ganas de verles de nuevo. Su manera de ofrecer un espectáculo de puro heavy metal, sin ningún tipo de artificio, basándose en la portentosa voz de Ralf y en canciones tan poderosas como épicas es una garantía de que con PRIMAL FEAR se disfruta desde el primer minuto. Y así fue con el arranque de la mano de “Final Embrace”. No éramos muchos todavía en la explanada de Can Zam pero la agitación de las primeras filas se transmitía perfectamente al escenario.
La banda, consciente del calor y de la necesidad de poner toda la carne en el asador nos agitó con esa pieza maravillosa que es “Nuclear Fire” para que las gargantas empezaran a quebrarse desde el primer día festivalero. No es ninguna sorpresa que el músculo que exhibe Scheeper va mucho más que el de sus inmensos bíceps. Su afabilidad y, especialmente, una voz que no parece flaquear jamás son un complemento perfecto para la otra gran presencia en el escenario, Mat Sinner, uno de los músicos más queridos y respetados por la escena.
Conjunto de himnos seriamente interpretados que tendría su broche de oro con su clásico “Chainbreaker” y la fantástica “Metal Is Forever”, perfecta declaración de intenciones que, como en tantas otras ocasiones, llevo al cierre de su concierto con la sonrisa generalizada del respetable. PRIMAL FEAR son grandes por derecho propio y una y otra vez lo demuestran sobre las tablas. (Texto: Fernando Checa)
U.D.O.
Pocas semanas después de su actuación en Fuengirola, en el festival Rock The Coast, volvíamos a tener la oportunidad de ver a U.D.O. una vez más. Al igual que ocurrió en Málaga, nos enfrentamos a un concierto magnífico que mostró nuevamente el gran estado de forma que en el pequeño cantante alemán se encuentra. Enfocado exclusivamente en los temas de su carrera en solitario, no cabe duda de que para algunos se puede echar en falta algún guiño a ACCEPT pero, como ha recordado por activa y por pasiva, al menos por ahora los aparca para lanzarse en tromba con canciones que no desmerecen en absoluto a la banda que le dio la fama.
Curiosamente el mismo día que el tocaba la comidilla de los asistentes al festival era el anuncio de que, en 2020, ACCEPT volverán al escenario de Can Zam, pero en absoluto afectó a la euforia que producen temas como “24/7”, “Mastercutor” o “Vendetta”. La voz de Udo este verano está a gran nivel y se le nota contento, disfrutando del reconocimiento que le muestran los asistentes a sus conciertos, que no paran de cantar, mover el cuello y disfrutar desde el primer momento. Él lo sabe, y la banda también. De forma que un Udo pletórico estuvo gran parte del concierto en el centro de la larga pasarela cantando y haciendo cantar “Animal House” o “Man and Machine”.
U.D.O. volvieron a demostrar que la apuesta por ellos en cualquier festival es un valor seguro. Sin duda en breve volveremos a verles y no cabe duda de que seguiremos disfrutando de su honestidad y sus trallazos de heavy metal canónicos y perfectamente interpretados. (Texto: Fernando Checa)
DEMONS & WIZARDS
Los festivales siempre son un buen momento para ver o descubrir esos proyectos paralelos que algunos músicos de primera fila deciden formar para dar salida a otro tipo de composiciones. Uno de esos proyectos es DEMONS & WIZARDS, al que Hansi Kursch (BLIND GUARDIAN) y John Schaffer (ICED EARTH) insuflaron vida hace ya la friolera de diecinueve años, y que no se ha prodigado mucho por aquí. Salieron a escena con muchos problemas técnicos, que impidieron incluso escuchar la voz de Hansi hasta más de la mitad de su primera canción, “Rites of Passage”.
Un Hansi que estuvo muy cercano, utilizando en numerosas ocasiones la pasarela frontal con la que contaba el escenario (cada uno de los dos escenarios principales de Rock Fest tuvo una durante los cuatro días de festival), acercándose al público, hablando y cantando con él. Schaffer estuvo más discreto y, aunque también se acercó en algún momento, prefirió ejercer un papel secundario en ese sentido.
El setlist estuvo básicamente conformado por temas de sus dos álbumes hasta la fecha, el último de los cuales salió hace ya catorce años (el tercero está en proceso, pero aún no ha llegado), divididos en dos bloques de tres canciones para cada uno de ellos: “Rite of passage”, “Heaven Denies” y “Poor man’s Crusade” por parte de Demons & Wizards, y “Crimson King”, “The Gunslinger” y “Terror Train” de Touched by the Crimson King. A ellos unieron un tema de cada banda madre: “I died for you”, de ICED EARTH, y un “Valhalla”, de BLIND GUARDIAN, que pondría aquello patas arriba.
Para terminar recuperaron, de su primer disco, un fantástico “Blood on my hands” y “Fiddler on the Green”, dejando ganas de más. Buena actuación, buena actitud y buen setlist para un esperado regreso. (Texto: Fernando Galicia)
KING DIAMOND:
Nuevamente el Rey visitaba el escenario del RockFest, como ya hiciera hace tres años, como principal cabeza de cartel del primer día. Es una alegría que después de algunos años en los que era complicado ver a KING DIAMOND en directo empecemos a acostumbrarnos a ver su fastuoso espectáculo con cierta frecuencia. Y encima que éste venga acompañado de una solvencia absoluta en lo que a su voz se refiere.
KING DIAMOND no suele dejar indiferente a nadie. Su peculiar timbre vocal genera tantas afecciones como críticas, pero nadie puede negar que tanto desde el plano del espectáculo como desde el punto de vista musical su propuesta es sencillamente impresionante. A ello se le suma los fantásticos Andy LaRocque en la guitarra y el no menos magnífico Pontus Egberg (ex bajista de THE POODLES), agitador necesario desde el primer minuto con las cuatro cuerdas… Teatral y macabro. Sorprendente para aquellos que le ven por primera vez.
Acompañado de la presencia femenina siempre inquietante que va dando cuerpo a las historias terroríficas de “Voodoo” o “Welcome Home”. Apuñalando dramáticamente a Abigail o haciendo bailar a una bruja en la hoguera en “Burn”, un concierto de KING DIAMOND no ofrece un minuto de tregua. Al muro sónico que generan los acordes y melodías más representativos del heavy metal, en una sucesión de interpretaciones virtuosas se le empasta a la perfección la voz estremecedora de KING DIAMOND. Incluso con momentos para el recuerdo de que no es una banda que viva de un espectáculo tantas veces repetido como deseado: tiempo hubo para el estreno de “Masquerade of Darkness”, nuevo tema que abre aún más el apetito de lo que va a ser el próximo disco de un artista único e irrepetible.
Noche en gracia, una más, en suma, de un artista que es parte del imaginario colectivo de esta música. Todo un acierto volver a recuperarle en un gran escenario y que, tras la despedida, nos volvió a hacer pensar en los motivos por los que los más grandes siguen estando en lo más alto. Y por muchos años. (Texto: Fernando Checa)
W.A.S.P.
De la actuación de WASP en esta edición de Rock Fest se podrían escribir ríos de tinta (y de hecho, se escribirán). En un principio se habló de ellos como cabeza de cartel, aunque al final fueron los escuderos de lujo de KING DIAMOND, actuando tras él… y ése fue el primer problema, porque la presencia escénica del danés, apabullante, no tuvo nada que ver con la de Blackie Lawless, decidido a ocultarse tras un muro de niebla, con el escenario montado muy atrás, sin apenas focos y sin acercarse al público a través de la pasarela.
A estas alturas ya sabemos todos que Lawless no es muy amigo de los discursos, de las sonrisas ni de los conciertos largos, pero esta vez se llevó la palma. A todo ello hay que añadir que el sonido fue horrible (¡pero horrible!) durante la mitad del concierto, con todos los niveles, de voz e instrumentales, muy bajos, lo cual lastró terriblemente el show, y acentuó esa sensación de separación que Blackie interpuso con el público. El medley “On your knees” / “Inside the Electric Circus” lo intuimos, más que lo escuchamos; “The Real me” pasó sin pena ni gloria; “L.O.V.E. Machine” mejoró algo… pero el ya habitual medley de “Hellion” y “I don’t need no doctor” volvió a las andadas. Y cuando empezó “The idol” la gente protestaba porque no se escuchaba la voz, si no se había marchado ya. El único consuelo era ver a un magnífico Doug Blair haciendo solos como un diablo. ¡Qué buen guitarrista tiene WASP!… y qué apropiado para el estilo del grupo.
Cuando llegó “Crazy”, más actual, algo cambió, y el tema más reciente de todo el setlist parece que vino acompañado con un cambio de técnico. La variación del sonido fue sorprendente, y empezó un concierto completamente distinto. Justo a tiempo para disfrutar de los cañonazos que faltaban: “Arena of pleasure”, “Chainsaw Charlie”, “Wild Child” y un “I wanna be somebody” que sigue poniendo los pelos de punta. Un tramo final que arregló en parte el desaguisado anterior, y que a los fans de la banda nos dejó con la sonrisa puesta y las pilas cargadas… pero que no pudo arreglar la sensación de abandono de Blackie a su público, al que únicamente se dirigió al final con un escueto “gracias, nos vemos el año que viene”.
Me da igual que tenga un mal día, pero en un escenario eso no se puede notar. El resumen final es que falló, y mucho, la actitud del jefe, que el sonido fue espantoso hasta más o menos la mitad, que el setlist fue bueno… aunque demasiado predecible, y que el último tercio del concierto pareció un concierto distinto, ahora sí a la altura de las circunstancias. Blackie y el técnico, suspensos; Doug Blair sobresaliente (¡menos mal!). (Texto: Fernando Galicia).
ANKHARA:
Comenzaban ANKHARA en la carpa, con buen ambiente y una cantidad razonable de público para cerrar el día. Buen heavy metal nacional de calidad con nuestro ilustres Pacho Brea, Cecilio y demás a la cabeza, y demostrando como siempre que los nuestros «también la saben meter», ¡y muy bien!
Eso sí, en la carpa a última hora no termina de sonar bien, como hemos comprobado años anteriores… Con su nuevo disco, «Sinergia» (uno de nuestros trabajos favoritos de 2018) como cabecera, pero sin olvidarse de su primera etapa obviamente (de la mano de «3:40» y compañía), dejaron el pabellón bien alto… Pero reconocemos que no vimos la actuación completa esta vez que el día había sido largo y el viernes era tan sólo la segunda batalla…
Texto: Fernando Galicia y Fernando Checa
Fotos: Oficiales Rock Fest (Sergi Ramos)
A la cama pues y vamos con el día siguiente en el siguiente capítulo. Pero antes, vemos el vídeo resúmen del jueves, ¿no?