Primeras impresiones del Resurrection Fest 2019
El mes de julio ofrece atractivo evento cada año en la bonita localidad de Viveiro (Lugo) que se llama RESURRECTION FEST. En esta edición 2019, cogimos el coche, la tienda de campaña y a disfrutar desde el 3 hasta el 6 de julio en una fiesta inolvidable.
Antes de la crónica completa y detallada os vamos a contar las primeras impresiones de lo vivido, a modo de intro, sensaciones generales, artículo previo o como prefiráis denominarlo:
Es un viaje largo desde Madrid a Viveiro, sí, pero ya mereció la pena cuando nos bajamos y disfrutamos de una muy agradable temperatura (18-20 grados) que es la que envuelve el evento. Perfecta para poder estar a gusto en el recinto, sobre todo cuando está nublado, y soportable en el momento en el que cayó la tromba de agua que, junto a una tormenta eléctrica casi se carga el último show de SLAYER en España si no hubiera sido por la espléndida organización del Resu (que demostró que está al nivel de lo mejor de la logística festivalera internacional). ¿Cómo? Pues manteniendo informados a todos los asistentes y preocupándose en plan paternal por su seguridad… Gracias desde aquí y también a la civilizada reacción de la gente, ¡cómo no!
Todo esto tuvo lugar en un entorno precioso, rodeado de árboles y abrazado por una ría. El RESURRECTION FEST está justo al lado del centro de la localidad, a pocos minutos andando del centro histórico de Viveiro con lo que antes de los conciertos (empiezan sobre las 15:00), puedes ir a hacer turismo y a comprobar las delicias de la cocina gallega a precios que, si vas desde Madrid, pues no te lo crees. Galicia Calidade, como se suele decir, y que nos encargamos de comprobar y disfrutar, por supuesto. Y con un ambiente magnífico en toda la localidad, llena de vida y con buena armonía entre los visitantes y los locales, algo que estos últimos nos han estado confirmando una y otra vez: lo contentos que están con el festival. Es dinero para ellos y alegría para todos.
Un detalle genial es que los empleados de los comercios, visten orgullosos una camiseta especial del RESU (Centro Histórico), lo cual demuestra que hay amor entre las dos partes. Eso sí, como consejo de madre os recomendamos no cegarse pidiendo raciones a la hora de comer en Viveiro porque es muy complicado correr en un circle-pit hasta arriba de pimientos de Padrón, piquen o no piquen, jeje. Hablando de comida, en el recinto también hay una oferta genial de restauración, con bastantes puestos y muy variados. Agradecemos de nuevo a la Organización del Resu que pongan opciones de comida vegana / vegetariana por doquier, lo cual es otro punto a favor demostrativo del carácter internacional y avanzado del Festival.
La bebida principal es la cerveza Estrella Galicia, que la tenemos que nombrar porque es patrocinador oficial del festival, a precios atractivos sobre todo si lo comparas con otros festivales grandes. Buenísima calidad, siempre fresquita y a precios populares como decimos. También hay otras bebidas, por supuesto, dándole mucho protagonismo al whisky picante con canela que, servido en chupitos fríos, daba el remate para que las hordas del Metal se volvieran al camping muy venidos arriba.
Hablando del camping precisamente, qué curioso fue para una servidora festivalera experimentada como yo comprobar que Viveiro pone a disposición de los asistentes los parques, las aceras con césped… para que pongas tú tienda de forma gratuita, viendo tiendas puestas en los lugares más inverosímiles para mí pero que a nadie parecía molestar. Eso sí, otro aplauso para los campistas que, a simple vista, son infinitamente más limpios que en el resto de Europa, sobre todo si miramos hacia el norte. En la zona también se encontraba el campo de fútbol del Viveiro F.C., donde (pagando) podías meter el coche, tenías la tienda en un césped fantástico, había bar toda la noche… además de duchas y WC´s.
Nada caro, muy cómodo, aunque la ida y vuelta al festival (sobre todo esta última a las tantas) se hacía larga. Eso sí, el tercer sobresaliente a la Organización ya que pusieron lanzaderas para llevarte y traerte del recinto del Resu… aunque nosotros preferimos darnos unos preciosos y divertidos paseos disfrutando de la Galicia nocturna, una auténtica pasada de belleza. Ya nada más llegar al recinto, te parece que has estado allí antes cual Deja-Vu metalero, pero es que la influencia del HELLFEST francés es patente, habiendo dejado huella en el Resurrection de todas las cosas buenas que tiene el festival vecino (muchas).
Se nota que el personal de Bring the Noise (promotores) se han pasado muchas horas en Wacken y Clisson (localidad que acoge el Hellfest), tomando nota de lo que mola y de lo que no se debe hacer. Todo esto hace que te sientas en otro lugar, allende de los Pirineos por el clima, por el entorno, por la energía positiva que nace de allí, del buen rollo entre los asistentes y por el paisaje, muy parecido al entorno del Metaldays esloveno, por ejemplo, aunque la Ría no es el río de allí pero bueno…
Insistimos, es como un Hellfest pequeñito (el francés es gigantesco) pero con las cosas buenas de aquí. Incluso el vaso del festival, tiene los dibujos muy parecidos, pudiéndose utilizar de lamparita en los conciertos nocturnos (como en WITHIN TEMPTATION) cuando metían el móvil encendido en su interior, pues al ser verde este año, daba un toque precioso a los acústicos y momentos intensos de las bandas. Otro punto a favor… Y por cierto, no había ni uno en el suelo con lo que para todos los numerosos fans que allí estábamos no era un basurero. Todo son cosas que suman y suman a favor de un evento maravilloso.
¿Más cosas positivas? Hay servicio de recarga de móvil (gratis), una carpa donde hacer el cabra, otro escenario pequeño donde poder tocar tú a modo entre karaoke y oportunidad primera para bandas (muy divertido), además de un Metal Market en los que hemos visto artículos no disponibles en otros festivales europeos como unos muñecos hechos de ganchillo de gente del Rock, entre ellos el Araya, el Yosi, gente de SLIPKNOT, etc… que estaban súper bien hechos. Había merchandising oficial de las bandas (30€, en eso sí es español, ejem…) pero el oficial del festival salía baratísimo ya que por 13 euros tenías una camiseta para presumir de tu asistencia aquí todo el año. Variado y barato, ¡mira qué bien!
En cuanto a los escenarios principales, cuatro, tenemos que comentar que se veía bien desde casi todos los sitios a pesar de que estaba totalmente abarrotado el recinto con LAMB OF GOD o SLIPKNOT. Lo malo, que también hay que decirlo, que el principal (MainStage) no se oía a veces bien, sobre todo los primeros temas teniendo el volumen demasiado bajito. Se escuchaba mucho mejor el escenario 2 (Ritual Stage) que con bandas tan delicadas como TOUNDRA, por ejemplo, era una delicia y se apreciaba mucho mejor su descarga. Eso sí, para todas las zonas / escenarios del recinto lo mejor era la gente, esos asistentes al Resu tan llenos de alegría, de vida, de energía fresca y que renuevan y dan futuro a este mundo nuestro del Metal de aquí que tanta falta le hace.
Muchos fans del Metalcore, con sus colores que daban un toque distinto a las masas del recinto, muchos disfrazados a cada cual más gracioso pero también Metalheads de toda la vida –como nosotros– pasándonoslo genial en un ambiente tan divertido, con tan buen rollo que era fantástico. Mucha camaradería en los pogos (aunque idiotas hay en todas partes, demasiado karate a veces), muchas risas, mucha comunicación con las bandas y otro punto a favor del festival es la fantástica idea de crear un espacio para los niños (el campamento ResuKids), teniendo un servicio de cuidar a los nenes mientras los padres están en los Wall of Death.
¿Qué es esto del ResuKids? Pues una especie de campamento del metal para los niños. Y sin el casi, directamente un campamento metalero para los más pequeños in situ. Los niños allí tienen gente que les pone actividades, que les llevan y les enseñan el recinto mientras ellos aprenden para tomar el relevo del Metal en un futuro. Por supuesto, se les saca al escenario también, en un detalle que es de aplaudir y es genial disfrutarlo: ellos encantados, las bandas flipando y todos nosotros aplaudiendo. Eso es el Resu: vida, alegría, energía y futuro. Otro diez para la Organización por esto y van…. Muchos y merecidos.
¿Vemos un ejemplo de este año?
Se me olvidaba comentar que el Resu tiene una zona llamada «Pandemonium», justo a la derecha del escenario principal que es una especie como de zona VIP y Prensa (muy bien acondicionada para trabajar y contar el festi online), no tan bonita como la de Hellfest, cierto, pero sí cómoda y con una decoración original. Ahí vendían las “Galicia-Pizzas” que … Buenísimas es poco, aunque te comes una de las grandes y mueres en el pogo pero con gusto, eso sí.
Tengo que comentar por último la ya famosa foto de Alex, el chico minusválido en silla de ruedas haciendo crowdsurfing levantado por la gente que ha dado la vuelta al mundo. Lo primero es que la foto la hizo el gran Daniel Cruz García. Dani «el Punki» es nuestro amigo, colaborador de la web y, en esta ocasión uno de los fotógrafos oficiales del Resu. ¡Enhorabuena por capturar el momento!, pues Alex no sólo voló en ARCH ENEMY, sino que estuvo en primera fila en varios bolos, como el de TESTAMENT.
Desde aquí queremos felicitar, primero, a él por ser un ejemplo y lección de vida pero también a todos los participantes en pogos, circle y mosh pits, Wall of Death y demás por su exquisito comportamiento. Nunca habíamos ido corriendo y saltando siguiendo a un cantante, en este caso a Carlos Guerra, de los fantásticos SERROBULHO, desde el Ritual al MainStage justo cuando TRIVIUM, una experiencia metalera nueva que fue absolutamente espectacular. Todo buen rollo, risas y música maravillosa.
¿Cosas «malas» o por mejorar?…, pues las habrá, como en todos los festivales y en todas partes pero es verdad que el Resurrection tiene muy pocas o ninguna. Saben mucho, se molestan en hacer las cosas muy bien, se fijan en todo lo bueno del resto del circuito internacional y no van a sangrar a su público, coo sí ocurre en otros festivales y es una pena. Simplemente ofrecen un muy buen producto metalero al que ya estamos enganchados con mucho gusto. Por mucho que te cuenten, es todavía mejor… ¿Repetiremos? ¡Por supuesto!
Para terminar, y a modo de conclusión (antes de meternos ya con las crónicas como tal), decir que el Resurrection Fest es más que un festival: es una experiencia fantástica, ¡no hay más que ver el vídeo de su web! (con el que cerramos). Una pasada, así que nos vemos en Viveiro, en el Resu 2020… ¡A muerte!
Texto: Rocío Gómez (rocio@redhardnheavy.com) / Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)
Fotos: Oficiales Resurrection
Y en nada os contamos cómo ha sido cada jornada del Resu 2019, crónicas, actuaciones destacadas… Mientras, ¡gracias y hasta el año que viene, Resu!