Crónica de SOILWORK y KATAKLYSM en Madrid
Interesante noche de metal actual y cañero en una madrileña sala Changó con buena entrada, y en una noche en la que, para variar, había fuerte competencia en la capital. Recuperamos la crónica y os lo contamos y mostramos, de la mano de Lorena Melchor y Fran Llorente:
SOILWORK + KATAKLYSM + WILDERUN – Viernes 17 febrero 2023 (sala Changó)
¡Menuda noche de metal variado la que vivimos hace unos días en Madrid!… Vamos con la triple crónica del concierto en Madrid…
WILDERUN
Procedente de Boston (Massachusetts), WILDERUN, fue la encargada de calentar el escenario de la madrileña sala Changó con su propuesta sinfónico/folk progresiva entre un entramado de humo y un juego de luces púrpuras/azules contrastando con la portada blanquinegra de su último trabajo como telón de fondo. Comenzaron su breve repertorio con “The Tyranny Of Imagination” muy bien recibida por el público, ya que los americanos contaban con acérrimos seguidores coreando sus temas entre las primeras filas, recién llegados de las Islas Canarias exclusivamente para verles.
La banda formada por Evan Anderson Berry a las voces/guitarra, Daniel Müller al bajo, Wayne Ingram a las cuerdas y Jonathan Teachey detrás del único bombo de su batería Pearl, visitaba por primera vez nuestro país según las humildes palabras que su vocalista Evan dedicó a la audiencia después del primer tema: «Buenas noches, Madrid, gracias por venir. Somos WILDERUN de Estados Unidos y es el segundo día de nuestra primera venida a España”.
Continuaron con el tema “Identifier” de su más reciente trabajo “Epigone” (Century Media Records 2022), el cuarto que han editado en sus quince años en activo. Su sonido era una mezcla de pasajes progresivos envueltos en una atmósfera dulzona con voces guturales, la parte más veterana de la audiencia indicaba que algunas partes les recordaba a grupos progresivos de los 70’s como CAMEL, y parecían estar contentos con esas similitudes. El siguiente tema fue “Passenger” con partes melódicas y algunas más lentas de atmósfera más pesada.
Nuevamente Evan se dirigió al público con el manido pero efectivo “tenemos tiempo para una última canción”, y presentó “Far From Where Dreams Unfurl” con la que puso cierre a su actuación, de escasos cuarenta minutos en la que la banda contó con muy buen sonido y gran aceptación del respetable.
KATAKLYSM
Tras cinco largos años de espera, el cataclismo canadiense volvía a pisar la capital, un ansiado regreso que presagiaba poner patas arriba la Sala Changó y romper nuestros cuellos en una espiral de catarsis desde que saltaron al escenario, con luces monocromáticas rojas y la única decoración de un telón de fondo con el logo de la banda. Pero… ¿quién necesita florituras cuando te pegan un trallazo en la cara como “Push The Venom”? Rebosantes de energía y actitud death metalera (¡qué maravilloso contraste con la música de ascensor de Wilderun!”), su vocalista Maurizio Iacono (también cantante de EX DEO) bebió agua, escupió hacía arriba como una fuente y comenzó a cantar con garra desde la primera nota arengando a la audiencia con “Dejadme ver vuestros cuernos en alto, España, ¿estáis aquí?” y aplausos que hicieron venirse al público arriba.
Turno para “Narcissist”, cambio a luces azules y blancas, más desenfreno y un increíble desempeño sobre las tablas de Jean-François Dagenais a las cuerdas y Stéphane Barbe al bajo, ambos sin parar de hacer headbanging, y un potentísimo James Payne (ex-VITAL REMAINS, entre otros) dándole al doble bombo. Realmente es difícil de entender como KATAKLYSM, con treinta y dos años de carrera a sus espaldas, catorce discos de estudio (algunos que te dejan literalmente el cuerpo torcido) y respaldada por un potente sello importante como es Nuclear Blast, esté tan injustamente infravalorada, quizás por desconocimiento o estúpidas modas, aunque es de entender que siendo una banda del otro lado del charco logísticamente les sea más complicado girar por Europa (¡gracias Madness Live!).
Sin apenas darnos tiempo a tomar aliento nos atacaron con “Underneath the Scars”… “Madrid ¿estáis jodidamente preparados? ¡Allá vamos!”, un disfrute para los oídos el buen estado de voz y la potencia de Maurizio. Según terminó el tema se oyó gritar desde la multitud: “¡Mauriziooooooo!”, “sí, ese es mi nombre” respondió el vocalista con las consiguientes risas por parte del público, “volvamos atrás en el tiempo con un álbum llamado “Shadows and Dust” y presentó su temazo: “Where the Enemy Sleeps…”.
Los de Montreal no daban tregua: “Manipulator of Souls” con las voces más rasgadas, riffs frenéticos y una batería que parecía una ametralladora: ”To Reign Again», «The Killshot” y “Outsider” nos iban robando las almas del cuerpo, aunque voluntariamente entregadas. “¿Lo estáis pasando bien?” y en castellano “¿sí o no?” nos preguntó el vocalista cuando volvieron a gritar su nombre, es innegable la pasión que desata el frontman y lo bien conecta con la gente. Repitió su nombre con acento y el gesto italiano con la mano (no olvidarse que su familia es de procedencia italiana) y destacando que es como nuestro Mauricio pero con “Z de Zorro” y de esta divertida forma comenzaron introdujo su siguiente corte “Crippled & Broken” con un “¿qué pasa Madrid?”, muy celebrado por las primeras filas.
El show estaba ya encarando la recta final, pero aún quedaban certeros golpes para nuestros cuerpos rotos como “At the Edge of the World” que con su pegadizo riff hizo gozar a sus acérrimos seguidores (en los que, a estas de alturas de la crónica, habréis adivinado que me incluyo) que disfrutaron de principio a fin. Maurizio siguió bromeando con el público: “¿Quién trabaja mañana?, di que no puedes ir, que te has roto un brazo o algo.” y presentó “As I Slither” para terminar de machacar nuestras cervicales.
El colofón final vino de la mano de los bises: “In Shadows & Dust”, que no suele faltar en su repertorio, para demostrar que los autodenominados reyes del «northern hyperblast» siguen haciendo alarde de rapidez extrema y energía en sus directos, aunque ya no esté Max Duhamel es sus filas, «The Black Sheep” y se despidieron con “Blood in Heaven” aunque se echaron de menos canciones del “Waiting for the End to Come” como “Fire”, “Kill the Elite” o “Elevate” pero nunca llueve a gusto de todos.
Poderoso directo de los canadienses, esperando verles nuevamente por España pronto nuevamente o quizás con su otra banda Ex Deo. Para terminar rescato unas últimas palabras de Maurizio Iacono: “Gracias, estamos felices de veros ¿Vosotros estáis felices de vernos?”… Sí, Madrid está muy feliz de veros.
Vemos la galería conjunto de WILDERUN y KATAKLYSM en Madrid en este enlace.
SOILWORK
El combo sueco capitaneado por Björn «Speed» Strid saltó a la escena y nos espetó sin mediar palabra el tema homónimo de su último álbum «Övergivenheten»(Nuclear Blast 2022), el doceavo de su carrera. Después del tema, Björn se dirigió a la audiencia para apuntarnos que hacía mucho tiempo que no venían a España… Y es que los recordatorios a la terrible pandemia son constantes últimamente en las recientes giras internacionales.
La banda de Helsingborg está formada por Björn Strid a las voces, Rasmus Ehrnborn al bajo, Bastian Thusgaard a percusión, Sven Karlssona al teclado, Sylvain Coudret y Simon Johansson a las cuerdas. Aparecieron en el escenario con vestiduras decoradas con vistosas plumas negras y rojas, y continuaron con “This Momentary Bliss” y “Stabbing the Drama” que fue como un viaje en el tiempo, a una época donde su sonido era más crudo, aún con los tintes deathmelódicos de sus inicios y no tanto cercano al metalcore actual.
Continuaron con “The Living Infinite I” y uno de los mejores cortes de su nuevo trabajo “Is It in Your Darkness”: rápido, potente y con garra. A estas alturas de su show el público ya estaba totalmente entregado y disfrutando de su buen hacer sobre las tablas. Le siguieron “Electric Again” y “The Living Infinite II” el segundo corte del tema de su doble álbum del mismo nombre.
SOILWORK tiene una magia que envuelve en directo y te hace agitar la cabeza al ritmo que marcan y sin duda Björn, que es un gran maestro de ceremonias, se dirigió al público para decirles: “Madrid demostrarme de que estáis hechos, tenemos algo de la vieja escuela” y presentó: “Bastard Chain” rescatada del “A Predator’s Portrait” (2001) que fue coreada con locura por la audiencia. El vocalista bromeó con el teclista con los acordes que tocaba diciendo «¿Qué es eso, la canción de (la película) Crepúsculo?» y presentó “Valleys of Gloam”, también de su último trabajo, poniendo a la sala Changó a dar palmas.
Con “The Nurturing Glance” nos pusieron a canturrear el sonido de los riffs que dan comienzo a este gran temazo del “Verkligheten”. Le siguieron “Harvest Spine” y “Death Diviner” ya enfocando el final de su repertorio, con un Björn demostrando todas sus aptitudes vocales… Tocaba el turno de los bises, y para de “The Ride Majestic “ y “Arrival” y ya muchos chicos entre el público estaban sin camiseta metidos en un improvisado moshpit… “¿Escucháis eso?” nos espetó Björn cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de la poderosa “Nerve” que de faltar en su repertorio sería casi un pecado. Y el show tocaba a término con las palabras “De acuerdo Madrid solo tenemos tiempo para una un tema más, pero es uno especial, gracias por vuestra hospitalidad, os queremos” y finalizaron con “Stålfågel” dejando al respetable con un gran sabor de boca y ganas de más.
La nota triste fue recordar a su compañero David Andersson, guitarrista que grabó con SOILWORK nada menos que cuatro discos y falleció en 2022 con tan sólo 47 años debido al alcohol y problemas mentales (ndr.: parece confirmado que se quitó la vida debido a estos problemas). Y la nota divertida fue que Björn se percató de que entre la audiencia había unos padres americanos con un bebé de diez meses con auriculares y abrió al público en dos, como Moisés abrió las aguas para saludarlo.
¡Hasta la próxima y gracias SOILWORK!
Texto: Lorena Melchor @loremetal / Fotos: Fran Llorente
Más fotos de SOILWORK en Madrid en este enlace.
¿Vemos un vídeo de la actuación para cerrar el artículo?