Crónica de LUJURIA este fin de semana en Madrid
LUJURIA: Madrid, sábado 11 de abril de 2015 (sala Caracol)…
En este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero. Esta frase del desaparecido Galeano me sirve para poner palabras a lo que nos hace sentir una buena descarga de heavy metal… En una sala Caracol repleta de gente vivimos con LUJURIA una auténtica fiesta de la vida en la que cabe todo: diversión, lucha, amor , nostalgia, sexo, rabia, alegría.
Hay fechas que son importantes, conciertos que esperas con muchas ganas y éste es uno de ellos. Hay días en los que paras un poco, echas la vista atrás y eres consciente del paso del tiempo con lo bueno y lo malo que conlleva eso. A mí me pasó este día. Me dí cuenta de la gente que estaba a mi lado, la que no estaba, la que tiene problemas que hace un tiempo no tenía y los que ya han superado malos momentos y disfrutan de mayor alegría. Los corazones acompañados, los solitarios, las nuevas ilusiones o las que ya terminan. La música, en este caso de LUJURIA, está marcada a fuego en nuestras vidas, por muchas razones, cada uno de los muchos amigos que allí nos encontramos tenemos la nuestra. Y estas palabras que por aquí escribo se las quiero dedicar a una bella mujer que apretaba mi mano con fuerza mientras caían lágrimas por su cara.
Porque los conciertos para nosotros están indudablemente unidos a recuerdos, y porque algunos no vamos a ver, oír y largarnos sin más, sino que muchos somos un saco de sentimientos a flor de piel que la música hace que todo estalle. Son muchos los corazones que palpitan al ritmo del metal y estoy segura que dentro de poco en otro concierto sonreirá. Y si hay algo que tiene LUJURIA es que sabe esto y cuida esto.
Sus recuerdos especiales de la noche fueron para la gente que allí estaba. Muy pronto recordaron y agradecieron a la gente del antiguo foro de LUJURIA que se había dado cita allí para encontrarse de nuevo desde hace mucho tiempo y despedirse. De hecho, las bandas invitadas formaban parte de ese espacio de libertad y diversión que era aquel foro. CORONAS 100 y DAMABLANCA fueron los encargados de calentar el ambiente.
‘ ‘
El principal rugir de los “lujuriosos” fue dedicado a todos los parados que pudieron asistir al concierto gratuitamente y que tuvieron su momento cuando subieron junto a la banda al escenario. LUJURIA no se hizo la foto con el público detrás y, todo hay que decirlo, habría quedado genial ya que estaba la sala llena. El protagonismo fue para la gente. Una muestra más de que las palabras son necesarias pero los hechos son incuestionables. Fantástica iniciativa para demostrar una vez más que esto no es sólo música. Es una forma de vida y de lucha. Sinceramente, el que no quiera verlo se lo pierde, y me los imagino acariciando sus discos como tesoros. Yo me quedo con el mensaje que siempre nos dan los segovianos: no importa lo que tengas sino a quién tengas. Y por lo menos en esta noche se demostró que lo que atesora LUJURIA es una gran cantidad de amigos.
Todavía no he empezado a hablar del concierto en sí y ya he soltado una buena parrafada. Bueno, pues va la siguiente… Otro de los mensajes que siempre he percibido en sus conciertos es uno muy claro: Defiéndete, no hay triunfos sino una lucha sin fin. En su larga carrera siempre han puesto voz a la rabia y lucha. Nos sorprendemos siempre de que los temas que estaban de actualidad hace 20 años nos valen para el día de hoy. Pero es que esto es así, una lucha sin fin. No habrá triunfos definitivos, habrá derechos adquiridos que luego desaparecerán otra vez y muchas cosas por las que rabiar siempre. Y de nuevo cada concierto de LUJURIA es sangre que se desborda en este aspecto. El espíritu de eterna juventud de esta banda no viene dado solo por unos determinados temas sino principalmente por la actitud de que la juventud está en esa sangre que se derrama.
Y así nos encontramos a un Óscar Sancho que derrocha fuerza y energía, que pone “patas arriba” las salas porque es mucho todo. Puede ser el más apasionado, el más tierno, el más reivindicativo, el más divertido, el más utópico y el más realista. Y en un concierto lo da todo. Así que nos lo encontramos super ”macarra” al principio, divertido jugueteando con un consolador (este chico es que se lo mete todo a la boca jeje), como un loco tirándose al público, con cariño hacia sus compañeros… reivindicando justicia social y al rato la fuerza del amor. Un torbellino, y encima es rubio y me han contado que no lleva calcetín… ¿qué más queremos? (risas).
Pues queremos unos músicos como los que tiene LUJURIA. Ese Chepas que es pura actitud y tiene muy claro que un escenario es para despeinarse. Santi al bajo que da un toque de cierta seriedad y aplomo, el Tanque (Maikel) a la batería que nos mete de lleno en un brutal infierno con su pegada, Ricardo al teclado y Manuel Seoane que no voy a ser yo la que diga si no hay nadie que sepa ya cómo toca la guitarra… “Si uno tiene una fiera hay que enseñarla” fue lo que dijo Óscar en el momento en el que se quedó Seoane haciendo un solo magnífico. Un amigo me decía de broma cuando se puso a tocar su guitarra con una consolador “Seoane toca con la polla”… Es que es verdad, y se le ve feliz y con una gran complicidad con el resto de la banda.
Todavía hasta querréis saber las canciones que cayeron esa noche. Venga va… Arrancaron con ese nuevo trallazo que es “Esta noche manda mi polla”, y es que estamos hasta los huevos de “tó”, que quede claro. “Sin parar de pecar”, “Sperman” que es una gozada que la recuperen, la magnífica “Carne de cañón”, que quizá sea una de mis favoritas de todo su repertorio. “Cinturón de castidad” para que no se aten con cuerdas los torrentes de pasión, “Mozart y Salieri”, “Cadena perpetua”, que no es la nueva desfachatez de los psicópatas del PPSOE, sino una bella balada de amor. Por cierto, ¿sabíais que en Suecia han tenido que cerrar cárceles por falta de presos? Al parecer tienen una política de rehabilitación muy efectiva. Por aquí parece que las soluciones las buscan en una cierta venganza visceral y resulta que hay otros caminos. Quizá de Suecia debamos aprender algo más que ver como dan botes sus rubios cantantes.
“Cae la máscara” y se cae la sala con esa batería, “Sexurrección” o la historia de su propia historia, “Menage à trois” o cómo no poner puertas al campo en la libertad sexual y mental, “Corazón de heavy metal” como los que palpitaban allí dentro de unos cuerpos ya sudorosos por la intensidad y calor del concierto. Y sí, sabemos que hay bises porque además no nos pueden dejar sin el himno “Joda a quien joda”, la divertida “Estrella del porno” y la necesaria “Dejad que los niños se acerquen a mí”… Canción prohibida y que por eso suena en todos sus conciertos: Contra la iglesia, contra los medios que manipulan y contra los jueces que parece que no saben ni leer. Siempre defensores de la libertad de expresión, por este tema y por la denuncia que también se hizo por la prohibición de la amiga de los perros al concierto de S.A., que debía haberse celebrado hace pocas semanas en Madrid… Lucha sin fin, es lo que nos toca. Y una banda como LUJURIA la lleva por bandera.
Alguno pensará que estas palabras son de una amiga. Pero la culpa es suya, por hacer amigos entre sus seguidores, en su gente. Por saber que a veces no atinamos cuando nos piden las palmas en “Corazón de heavy metal” pero los corazones siguen el ritmo que nos marcan. Y nos marcan un camino de libertad, alegría y lucha. Y sentido del humor.
Los que allí estábamos nos hemos casado con la vida. ¿Tú que vas a hacer?
Texto: Elena Sánchez Benito
Fotos: Andrés Horrillo (www.iberiametalica.es)… ¡muchas gracias, crack!
‘ ‘