Crónica de CARVIN JONES, JORGE SALÁN Y JIMMY BARNATAN en Madrid

Imagen 201 copiaCARVIN JONES+ JORGE SALÁN+ JIMMY BARNATAN (Madrid, jueves 15 de octubre de 2015, sala Cats)…

¿Qué es el blues? Muchos dicen que el blues es aburrido, que son siempre las mismas 3 notas, y las mismas bases rítmicas. Y quizás tengan razón, pero ¡qué cojones importa! El blues es sentimiento, pasión, alma. Es tan grande que abarca la chulería de Jimmy Barnatan, la clase de Jorge Salán y la fiesta de Carvin Jones. Y el jueves 15 de octubre vivimos una gran noche de blues en una sala Cats que por desgracia estaba sólo medio llena. Y la vivimos con 2 bandas españolas que, en mi modesta opinión, incluso superaron a todo un monstruo como Carvin Jones.

JIMMY BARNATAN

Imagen 049 copiaAbrió la noche Jimmy Barnatan, acompañado únicamente por Sergio González y su guitarra acústica. Lo primero que te llama la atención de Jimmy es que no es muy alto… pero se convierte en un gigante con el micro en la mano. El dominio que tiene del escenario, la cercanía que tiene con el público… se nos metió a todos en el bolsillo casi nada más empezar. Jimmy es chulo, macarra, divertido, vacilón… pero también supo ponerse tierno y romántico en algún momento del concierto. Y encima canta de put… estooooo, de maravilla. Y todo eso derrochando simpatía y cercanía con el público, como cuando casi al final del concierto se bajó a cantar ‘a capella’ entre todos nosotros, en uno de los momentos más emocionantes de la noche.

Había 2 actuaciones más por delante y Jimmy Barnatan no pudo tocar ni siquiera una hora, pero en ese tiempo demostró sin dejar ninguna duda que es una de las mejores voces del blues nacional.

JORGE SALAN AND THE MAJESTIC JAYWALKERS

A continuación salió Jorge Salán y su banda de blues. Elegante, con sombrero y gafas negras… tan elegante como su música. Para mí fue sin duda lo mejor de la noche, pero es que Jorge Salán ¡¡es muy grande!! Por desgracia para él, ha nacido en España, un país donde el blues es una música a la que casi ni siquiera se le puede llamar minoritaria y además donde su género habitual, el rock, no está mucho mejor. Pero en lugar de lamentarse, lo que ha hecho Jorge es currar como un loco, y eso le ha llevado, por ejemplo, a poder tocar con grandes del rock como Robin Beck y Jeff Scott Soto.

El jueves pasado demostró una vez más que estamos ante un músico ENORME. Su banda, THE MAJESTIC JAYWALKERS, con Edu Brenes a la batería y Luisma Hernández (SANTELMO) al bajo, funcionó con la precisión y perfección de un reloj suizo, para que el jefe pudiera brillar como merece. Venía presentando su nuevo disco, “Madrid-Texas” un disco homenaje a los grandes del blues (del que os hablamos cuando salió en la crítica correspondiente). Esto hizo que su setlist para este concierto estuviera basado en clásicos del blues, archiconocidos por todos los que estábamos presentes en la sala. Y claro, si tienes a un maestro de la guitarra como Salán tocando temas de grandes mitos del blues como Albert King, John Mayall, Stevie Ray Vaughan o BB King, estaba asegurado que los que estábamos allí nos lo íbamos a pasar muy bien.

Imagen 099 copiaEs cierto que a Jorge le faltan muchos bourbons para cantar una canción como “The thrill is gone” como lo hacía BB King… pero ni puñetera falta que le hace. Jorge la cantó a su manera, con su propio estilo y de lujo. Los puristas del blues quizás pondrían el grito en el cielo… pero los puristas son gente que debe aburrirse mucho en los conciertos, siempre enfadados. Además, luego escuchas sus TREMENDOS solos de guitarra y crees estar escuchando a la mismísima Lucille.

Para que no se nos olvidasen sus orígenes rockeros, la banda fue intercalando clásicos del rock como el “Fire” de Hendrix o “I can’t get enough of your love” de BAD COMPANY. E incluso se atrevió con el soul tocando “Take me to the river”, de Al Green. La mezcla funcionó a la perfección, y el concierto al menos a mí se me pasó en un suspiro. Pero Jorge y su banda aún tenían guardadas un par de sorpresas para los bises: salieron con sombreros, gafas de sol y barbas postizas para tocar “La Grange” de ZZ TOP, para delirio del respetable, y cerraron un MAGNÍFICO concierto al ritmo de “Summertime blues” de Eddie Cochran.

CARVIN JONES 

Para cerrar la noche estaba Carvin Jones. Desde luego, el que diga que el blues es aburrido no ha visto a este tipo. Y que conste que no lo digo por las pintas que llevaba, aunque… ¡madre mía! El bueno de Carvin nos sorprendió con una terrorífica camisa de lentejuelas y un sombrero que era una mezcla entre un ídem cordobés y el que lucía Clint Eastwood en sus spaguetti western. Pero no, no lo decía por eso, sino porque este tipo es una auténtica fiesta sobre el escenario. Desde luego, el nombre del tour con el que viene a presentarnos su último trabajo, “The Carvinator”, ya lo deja claro: ¡Party Hardy!

Imagen 181 copiaCarvin Jones derrocha energía, alegría, pasión, entrega… Y además, es de agradecer ver a alguien que toca constantemente con una sonrisa de oreja, disfrutando de lo que hace, en lugar de ver músicos enfadados con el mundo y con cara de seta. Y no fue una noche fácil para él, porque desde mi punto de vista la banda no empezó a sonar bien hasta el 5º o el 6º tema. Pero aún así no se puede poner más actitud que Carvin Jones: bajó varias veces a tocar entre el público, hizo solos desde el suelo, con los dientes… solo le faltó hacer malabares con las manos mientras tocaba la guitarra con los pies. Pero poco a poco el sonido fue mejorando y pudimos disfrutar de este gran bluesman, con temas muy blueseros en los que se aprecian claras influencias de BB King, y a la vez con un repertorio tan amplio que te puedes encontrar con rock, soul, funk…

Incluso nos sorprendió con un rap que, ya en los bises, cantó una vez más entre el público (Carvin casi estaba más tiempo abajo que sobre el escenario). Hecho eso, a Carvin Jones y su banda solo les quedaba autoproclamarse vencedores con su “Victory is mine” para cerrar su actuación. Pero aún faltaba una sorpresa más, que para cerrar esta gran noche de blues, las 3 bandas tocaron juntas una apoteósica versión del “Roadhouse blues” de los DOORS, que hizo que casi todos los presentes nos fuéramos a casa con una sonrisa de oreja a oreja tan grande como la de Carvin Jones.

Texto: Raúl Moreno

Fotos: Leticia RC

 

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