Crónica del Barcelona Rocks con SCORPIONS y SAXON a la cabeza
BARCELONA ROCKS, el mini-festival que sustituyó este año al tradicional ROCK FEST, se saldó con dos grandes descargas a cargo de SAXON y sobre todo de los cabezas de cartel, los alemanes SCORPIONS que cuajaron un grandísimo recital, rítmico y vistoso, con los suecos ECLIPSE y los albaceteños ANGELUS APATRIDA ejerciendo de ilustres teloneros. Todos los detalles a continuación…
BARCELONA ROCKS, Sábado 8 Julio 2023 – Sant Jordi Club (Barcelona)
ECLIPSE y ANGELUS APATRIDA, teloneros de lujo
Con puntualidad cuasi británica, salieron a escena a media tarde los suecos ECLIPSE. La banda capitaneada por Erik Martensson (ataviado con una camiseta punk de los BAD RELIGIOn, detalle curioso) salió a batirse el cobre ante un público expectante, ávido de marcha y sensaciones fuertes. Las primeras tonadas: “Roses on your grave” y “Saturday night” sirvieron para ir calentando los ánimos, ante una jornada que se presumía fogosa y muy rocanrolera. Acompañado por Magnus Henriksson a la guitarra, junto a los hermanos Crusner (Víctor al bajo y Philip a la batería) los escandinavos dejaron un set de rock melódico de muy buena factura, con temas como “The hardest past is loosing you”, “The downfall of eden” o la estupenda balada “Hurt”.
Ya con nueve elepés a sus espaldas, demostraron solvencia y profesionalidad, la que se supone a una banda que ha protagonizado diversas giras internacionales y que además siempre han tenido buena conexión con nosotros. Cerraron con “Black Rain”, “Never look bak” y “Viva la victoria”, uno de sus hits más recientes. En resumen: un correcto y aseado trasiego de 45 minutos, como corresponde a los artistas encargados de abrir fuego y romper el hielo.
Lo de ANGELUS APÁTRIDA fue harina de otro costal, en una tarde no demasiado propicia para el metal extremo que manejan. Caña burra desde Albacete, sin tregua, a cargo del cuarteto que componen Guillermo Izquierdo «Polako», guitarra rítmica y voz, más David Álvarez «Davish» a la guitarra solista, José Izquierdo al bajo y Víctor Valera a la batería. Nos dejaron un catálogo de sonidos abrasadores, cercanos al thrash metal, que comenzaron con las fulgurantes “Bleed the Crown”, “Indoctrinate”, “One of Us” y “Of men and tyrans”.
Entre que no nos apasionan mucho los sonidos tan crudos (hay que reconocerlo) y la canícula espesa que empezaba a azotarnos, se nos hizo un poco cuesta arriba su actuación, si bien hay que aplaudir el enorme volumen de sonido que traían entre manos, en un show visceral que terminó casi como había empezado, dando mucha guerra con las volcánicas: “Flesh Pleasure”, “We stand alone”, “Give ‘em war” (que hace justo merito a su nombre) más las iracundas “Sharpen the Guillotine” y “You are next”, dos sus más recientes éxitos y rotundos clásicos ya.
Y llegaba el solomillo de la noche…
SAXON, muy reconocibles y en buena forma
La mítica banda de Biff Byford salió a escena arropada por una columna de monitores Marshall sobre sus espaldas, que visto luego el moderado caudal de sonido que volcaron, suponemos que eran de pega o simplemente atrezzo de un espectáculo que pretendía revivir los notorios momentos que protagonizaron en sus años dorados en la década de los 80. Glorioso fue poder ver a Paul Quinn sobre las tablas, ya que el guitarrista acusa el peso de lo vivido, sufrido y gozado… y se había tomado un merecido descanso, pero ha vuelto (y en loor de multitudes, añadimos nosotros), al menos pero fechas puntuales.
El resto de la banda, los habituales e irreductibles desde hace muchísimo: Doug Scarratt a la otra guitarra, Nibbs Carter al bajo y Nigel Glockler a la batería cumplieron como era de esperar, pues constituyen una máquina muy bien engrasada que funciona como un auténtico reloj suizo… británico, perdón.
El repertorio que mostraron fue muy clásico y un pelín conservador. De inicio se deslizaron con una estupenda “Motorcycle Man” más las actuales “Carpe Diem” y “Thunderbolt”, sumergiéndose de lleno en el rock’n’roll motorizado de “Wheels of Steel”, “Heavy Metal Thunder” y “Strong Arm of the Law”. Es decir, el brazo fuerte de la LEY de SAXON golpeando sin piedad, antes de hacer una fatua (y vacilona) consulta al público, una especie de referéndum con el resultado decido de antemano, pues Byford preguntó si preferíamos escuchar “Ride like a wind” o “Never surrender” y la apuesta fue, como era de esperar, por esta última.
Sonó a continuación, una tremenda “Dallas 1 PM”, quizás la gema más pulida e inspirada de toda la noche, completando el recorrido con “Denim and Leather”, “Crusader”, más una explícita y guitarrera “Princess of the Night” para rematar muy arriba como es habitual.
Notable alto, teniendo en cuenta que no eran la banda cabeza de cartel y que solo dispusieron de hora y cuarto de show para mostrar sus cartas. Sin embargo, echamos mucho a faltar muchas rolas imprescindibles del grupo y un show un poco más arriesgado (y con un sonido más potente) donde hubieran tenido cabida canciones más elaboradas y piezas del calibre de “747 Strangers in the Night”, “And the band played on”, “Broken Heroes”, “Devil Rides out” o la magnífica “Ride like a wind”, que cuasi prometieron pero no ejecutaron.
SCORPIONS, (casi) como en sus mejores tiempos
Si alguien brilló con luz propia en el BARCELONA ROCKS esos fueron SCORPIONS, protagonizando un show sobresaliente, muy visual y con una escenografía mágica, para conservar en la retina durante mucho tiempo. Se notó que ellos eran la banda “Cabeza de Cartel” con diferencia meridana con respecto a los otros tres grupos participantes en el evento.
Mención especial para Klaus Meine, que a sus 75 años de edad, cantó como nunca, con una fuerza y sutileza digna de encomio También para ese mago de las seis cuerdas llamado Matthias Jabs que estuvo tan inspirado y cautivador como siempre, acompañado por un simpático y solvente Rudolf Schenker en las labores rítmicas, junto al bajista polaco Paweł Mąciwoda y a esa bestia parda tamborilera llamada Mikkey Dee, ex MOTÖRHEAD, quien imprime una fuerza y pasión fuera de lo común.
Tras una espera larga (de casi cuarenta y cinco minutos) cayó el telón y las primeras perlas dejaron sentir su magia. La reciente “Gas in the tank”, o unas más antiguas “Make it real” y The zoo” asomaron para deleite del personal, cada una con su escenografía distinta y rutilante, es la magia que posibilitan los modernos shows digitales, con una luminotecnia realmente excelsa. Fue un espectáculo para relamerse, que incluyó clásicos del calibre de “Coast to coast” y “Bad boys running wild”, intercalados con piezas de reciente creación como “Seventh Sun” o “Peacemaker”, pertenecientes a su último álbum “Rock Believer” (2022).
En el ecuador del show también hubo tiempo para las baladas con “Send me an Angel” y una adaptada a las circunstancias actuales “Winds of Change”, con la primera estrofa cambiada en favor del estoico pueblo ucraniano que está sufriendo la devastación de una guerra sin sentido, mientas en las pantallas asomaba el símbolo pacifista con los colores azul y amarillo de la bandera de su país. Bravo por Klaus Maine que lució también una chupa vaquera con el símbolo pacifista de “No a la guerra” sobre sus espaldas, sin duda ROCK con enorme conciencia de lo que está ocurriendo en el mundo, en este sufrido planeta tan abonado al trote salvaje de los cuatro jinetes del apocalipsis y al consiguiente cambio climático por un modo de vida egoísta y sin sentido que nos conduce a la auto-destrucción.
“Tease me, please me” y Rock believer” enfilaron la última parte del show, antes de llegar a un pequeño solo de bajo y al gigantesco (y descomunal) solo de batería protagonizado por Mikkey Dee, un tornado de la naturaleza, con las dos últimas perlas: “Blackout” y “Big City Nights” asomando en un Casino de sensaciones favorables y placeres a flor de piel. Quedaban todavía dos postreros bises: la sempiterna balada “Still loving you” y la rompedora “Rock you like a hurricane”, con Klaus Maine embutido en la Senyera Catalana, para terminar de contentar a una audiencia, ávida de grandes sensaciones en un espectáculo donde SCORPIONS resucitaron para nuestro deleite por enésima vez, y donde se mostraron como en sus mejores tiempos, en plena forma, y con sobrecarga de fresca energía como si fueran unos jovencitos veinteañeros, en vez de los setentones que en realidad son.
Haciendo balance de lo que fue BARCELONA ROCKS 2023, hay que subrayar que el festín de la noche lo tuvimos, como era de prever, con los dos platos fuertes del Festival: SCORPIONS y SAXON bandas imprescindibles y muy legendarias en la Historia del ROCK (con mayúsculas) y que siempre han hecho nuestras delicias allá donde les hayamos visto.
Esperemos que no sea la última vez que los hayamos disfrutado en directo.
Texto: Fran Llorente
Fotos: Oficiales de las bandas, Sergi Ramos y Redhardnheavy.com
Publicamos este vídeo representativo del festival (concretamente de SCORPIONS) de la mano de los compañeros de Rock Trademark: