Review de “Sanctuary of death” de VHÄLDEMAR

Cómo hace mucho tiempo que soy el primero que se aburre leyendo reviews tópicas y típicas, prefiero exponer mis críticas en la actualidad de otra manera. Hablamos del nuevo disco de VHÄLDEMAR, que es tremendo, pero contando más cosas y/o de otro modo. ¡A ver qué os parece nuestra opinión sobre “Sanctuary of death”!

VHÄLDEMAR – “Sanctuary of death” (Demons Records / Izar Producciones)

Lo de VHÄLDEMAR es mucho, y cada vez más, lo cual me alegra enormemente. Es curioso cómo empezamos de algún modo de la mano hace ya casi 25 años, y entonces había más pero realmente no tantas bandas “nuevas” haciendo el heavy metal clásico y “antiguo” que me gustaba. Cierto que en esos primeros momentos y sobre todo sus dos primeros discos (de la mano de Arise y demás, como sus compañeros de DARK MOOR por ejemplo) tenían bastante del power metal centroeuropeo de entonces, pero VHÄLDEMAR además tenían algo especial.

Cierto que esos primeros ya macarruzos aunque más bisoños bilbaínos heavies tenían un gusto por MANOWAR y GAMMA RAY que se les salía por los cuatro costados… pero ni lo criticábamos entonces (Dio nos valga!) ni ahora, ¡menudos buenos referentes en ese momento! Pero ya entonces tenían algo diferente, una actitud, una manera de encarar el heavy metal, una manera “de pueblo” pero absolutamente real y descarnada que no tenían sus congéneres. Vale que algunos de los grupos de esa camada de finales de los 90 y primeros 2000 tenían también ese algo especial que les hacía destacar para los también jóvenes seguidores heavies entonces: CENTINELA, AZRAEL, LUJURIA, SARATOGA, unos jovencísimos ANGELUS APATRIDA, ANKHARA, TIERRA SANTA, EASY RIDER, BEETHOVEN R, los propios DARK MOOR como decimos… y unos tal MÄGO DE OZ liderando a su manera esa  generación.

Vale, a los de la rama asturiana les dejo fuera a propósito porque, al menos al que firma, le decían muchísimo menos. Cuestión de gustos, sin más, pero así era y así sigue siendo. De cualquier manera, algún día se reconocerá la labor de todos estos grupos en nuestro país, en unos años en los que sin duda las cosas eran MUY diferentes para el rock duro y sobre todo el heavy metal. Y Carlos, “Pedrito” y compañía tuvieron mucho que ver en que no nos venciera el grunge, el rock alternativo, las sucesivas oleadas de nu metal y el pop / indie disfrazado de rock “para todos los públicos” que nos siguen metiendo por los ojos en todos lados como la nueva quintaesencia de la música dura por encima del caduco, viejo, obsoleto y totalmente pasado de moda heavy metal clásico.

Luego pasa que llegan JUDAS PRIEST y SAXON (y VHÄLDEMAR, cada uno a su nivel) para poner los puntos sobre las íes y demostrar quién sigue mandando y cómo se siguen haciendo las cosas bien… al menos en el rock duro, vaya. Bueno, sin enrollarme, y dejando aparte la “pelea” de entonces entre Locomotive y Avispa Vs Arise y Hard Vinyl (otro día hacemos un artículo de esto también jeje), a los heavies de gustos más clásicos los que nos ponían las pilas de verdad eran VHÄLDEMAR y CENTINELA, además de quizás SARATOGA que aunaban de lujo “lo de antes” con lo de ahora pero sonando “más o menos a lo de antes”.

Cada uno a su manera, y vuelvo a lo que nos ocupa, porque más de 20 años después son los de Barakaldo los que siguen aquí con paso firme, sin haber cambiado ni un ápice su sonido (vale, ahora hay menos GAMMA RAY y más MANOWAR… pero haciéndolo infinitamente mejor que ellos y siendo mil veces más coherentes) y dando pasos adelante uno tras otro disco a disco. Y cada LP es una nueva “sacada de miembro” en la escena. Esto es así, amiguit@s, y se hace así… heavy metal, true metal pero con clase, calidad, mucha fuerza y cada vez (humildemente pero bien y sin racanear) mejores medios: sonido, portada, ediciones internacionales…

VHÄLDEMAR

Y al igual que “Against all kings” o “Straight to hell”, “Sanctuary of death” sigue siendo un disco de lo mejor que se ha hecho en el estilo en todo el mundo en la actualidad. Y la comparación no solo es válida y más que correcta sino totalmente certificada por el hecho de que ellos siempre han cantado en inglés. Por ello es fácil poner discos similares al lado y compararlos… ¿y es mejor lo que han hecho estos suecos, estos fineses, aquellos americanos míticos o estos alemanes nuevos (por no dar nombres concretos que estaría feo) que cada nuevo trabajo de VHÄLDEMAR? Pues no…

Y es un orgullo el hecho de escuchar el siguiente disco del grupo, “Sanctuary of death” en este caso, y saber que no te va a decepcionar. Desde la portada hasta verles presentando el disco en directo recientemente (como os contaba aquí hace nada), sólo puedes rendirte a la evidencia del nivelazo de VHÄLDEMAR a día de hoy. Misma actitud, ganas, ilusión y pasión, y cabezonería, que hace 20 años, pero quitando la bisoñez, las referencias de otros y sencillamente la inexperiencia o la bendita/maldita juventud.

Y después de la parrafada, ¿cómo cuento el cómo es este disco? Pues es curioso, porque lo bueno es que aparte de los datos sin más (que los podéis cotejar en este artículo previo), la verdadera crítica que quiero hacer del disco es que “Sanctuary of death” no deja de ser el siguiente nuevo excelente trabajo de VHÄLDEMAR: heavy metal puro y duro, potente, con caña y demostrando que sí se puede hacerlo sonar auténtico y bien en 2024. Y sí, suena a ellos, tiene una calidad instrumental y compositiva indudable. De hecho Pedro J. Monge es ya una referencia total del estilo hace años, y si lo hace de lujo produciendo para otras bandas, ¿cómo lo va hacer para / con su banda? Pues igual de bien pero añadiendo ese extra de mimo y cariño que es indudable que aquí le pone.

Cómo detalle que me ha llamado la atención, nombrar el deje “de nuevo” algo más powermetalero de los primeros tiempos en algún tema puntual (supongo que más casual que buscado) como en la inicial “Devil´s child” o la propia séptima parte de “Old king´s visión” por ejemplo, o el punto diferente de algún corte distinto como la pesada pero intensa balada “Forevermore”, la épica “Deathwalker”, el final con la instrumental “The last flame” o la sorpresa de “Brothers”, muy RAINBOW / DIO, y cantada por Raúl (que tiene un vozarrón).

Gira Vhäldemar 2024

Pero si atendemos al sonido 100% VHÄLDEMAR, si no se te caen las melenas al suelo escuchando “Dreambreaker”, la propia “Sanctuary of death” o ese himno tan molón llamado directamente “Heavy metal”, no tienes ni idea de qué va esto ni qué es precisamente el heavy metal… y estás abocado a sentir el metal saltando con ALESTORM, ELECTRIC CALLBOY o SABATON en festivales rodeados de gente disfrazada de patitos de goma y dinosaurios. Bien para el que le guste pero… el heavy metal y el “meroool” no es ni de lejos lo mismo. Lo siento pero nada que ver. Esto va de levantar el puño y sentir que una letra como la de “The rebel´s law” va sobre ti y habla sobre nosotros, y de rebelarse ante las injusticias y el mundo que tienes alrededor que te gusta aún menos que hace 20 o 25 años… no sobre beber zarzaparrilla en los mundos de Yupi del metal.

Como siempre, la elección es libre… O heavy metal a muerte u otras cosas. Cada uno a los suyos y con lo suyo. Eso sí, que ni me den gato por liebre ni me quieran vender quintaesencia del metal de la mano de productos menores o imitaciones cutres de tres al cuarto. A mí dame VHÄLDEMAR y “Sanctuary of death”, por favor. Y gracias.

Texto: David Esquitino (david.esquitino@redhardnheavy.com

Tracklist de “Sanctuary Of Death”:

Vhäldemar

  • 01 – Devil´s Child
  • 02 – Dreambreaker
  • 03 – Deathwalker
  • 04 – Sanctuary Of Death
  • 05 – Forevermore
  • 06 – Heavy Metal
  • 07 – Old King´s Visions (Part VII)
  • 08 – Journey To The Unknown
  • 09 – Brothers
  • 10 – The Rebel´s Law
  • 11 – The Last Flame

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