Other bands play… ROSS THE BOSS kill… en Madrid
ROSS THE BOSS + INVISIBLE + AGRESIVA. 19/03/2017, sala Lemon (Madrid)…
Un cartelazo de Heavy Metal encabezado por ROSS THE BOSS, y una de las giras más interesantes a nivel de estilos “puros” que ha pasado por aquí en mucho tiempo, no está nada mal para una noche de domingo en Madrid.
Lamentablemente no todo fue tan bien como nos habría gustado, y un cambio repentino en la dirección de la sala Lemon repercutió, y para mal, en la actuación de AGRESIVA. Resulta que la sala Lemon pasa a ser un club de fumadores, lo cuál no sólo ha alterado la programación del local, desprendiéndose ésta de los conciertos precisamente esa noche, sino que para entrar al club (al menos fue así esa noche, que sabemos de primera mano que tanto a los organizadores del concierto como al programador de la sala le pilló con muy poco tiempo de reacción) cada espectador tiene que rellenar una hoja de papel con sus datos…
¿El resultado? Una cola de mil demonios y una montaña de folios con los datos personales y direcciones de fantasía de Donal Trump, Mickey Mouse y Conan el Destructor… pues me imagino que mucho público se lo tomó a chufa.
AGRESIVA:
Lo verdaderamente malo fue que, al igual que nosotros, mucha gente no pudo ver completa la actuación de AGRESIVA. La banda madrileña estaba presentando su nuevo “Decibel Ritual”, que se pondrá a la venta el 21 de abril. Eso no impidió que dejaran caer un par de temas de su nuevo disco. Como primera impresión me sonaron más Heavy Metal y menos Thrash de lo habitual, especialmente en comparación con temas como “Hell Town” o “Sent to War” de su primer trabajo que arroparon a ambos en directo, si bien tampoco se apartan de las que vienen siendo las líneas maestras del sonido de la banda desde sus inicios.
La última vez que vi a AGRESIVA fue abriendo para DEATH ANGEL (como os contamos aquí entonces) y tampoco tuvieron suerte con su concierto a pesar de poner todo de su parte tanto Samuel, Miguel Coello y compañía. A ver si la siguiente es la buena, ¡seguro que sí!, que deseando estamos de escuchar su nuevo trabajo y de volver a verles en directo en mejores condiciones.
INVISIBLE:
Después de AGRESIVA era el turno de INVISIBLE. El potente trío de Ejea de los Caballeros (Zaragoza… el pueblo de TAKO, por cierto) llegó a Madrid desplegando un arsenal de influencias de PANTERA, KOMA o ASPID y de los sonidos más duros de los 90 en general, pero también con un deje muy heavy. Incluyeron también una versión de “Incomunicación” de BARÓN ROJO como conexión con el metal más clásico, si bien lo que mandaban eran los riffs y solos a lo Darrel (PANTERA) de Carmelo Landa, quién se ocupaba también de las voces. Por cierto que apuestan por el castellano en sus composiciones propias.
Exprimieron al máximo el tiempo que tenían para ofrecer también un buen puñado de canciones propias de su primer EP y también de su disco “Sed”. Reconozco que su estilo no era mi predilecto en el 95, ni lo es ahora, pero salieron a por todas y esa es una actitud que trasciende géneros y engancha a cualquiera. Y conectaron bien con la audiencia, que no es lo habitual siempre, y se ganaron unos cuantos nuevos adeptos.
‘ ‘
ROSS THE BOSS:
Llegaba el momento de Ross Friedman, el ex guitarra de MANOWAR, y compañía, que llegaban a Madrid anunciando un repertorio sin representación de MANITOBA WILD KINGDOM, ni DICTATORS, ni DEATH DEALER ni siquiera de ROSS THE BOSS (con dos discos excelentes de heavy metal clásico)… sino ¡todo MANOWAR! Y además centrado en la mejor época para muchos de sus fans: sus 6 primeros discos. Para esta tarea Ross the Boss cuenta con una formación en la que merece la pena detenerse a comentar.
Empecemos por Kenny Earls Edwards (aka «Rhino» a la batería). Aparte de contar en su trayectoria con haber tocado en un disco del calado de “Triumph of Steel” junto a MANOWAR, no es un tío que viva del pasado, y en directo es un primera espada. Sin ser un virtuoso necesariamente, ejecutó todos los temas completamente sobrado en todo momento haciendo varios con una sola mano mientras presumía haciendo malabares con la otra y sacando un sonido a su kit que Scott Columbus, batera clásico de MANOWAR, fallecido en 2011, jamás habría podido ni soñar.
Al bajo «un tal» Mike Lepond de SYMPHONY X, ¡casi nada!. A priori su situación era de las más comprometidas al tocar con bajos normales, en vez de esos híbridos entre bajo y guitarra que utiliza DeMaio (el Piccolo Bass), pero supero el examen con nota. Es cierto que al tocar con los dedos en vez de con púa, los temas sonaron algo distintos, pero le dio a la base de ritmo una contundencia que se echa en falta en los conciertos de MANOWAR e incluso en sus trabajos en directo. Y luego que éste sí es un virtuoso de primera línea, que toca de sobra lo que le echen, además de un tipo muy heavy, que no hay más que escuchar sus discos en solitario o los proyectos en los que participa para darse cuenta de ello, más alejado del toque progresivo de SYMPHONY X. y más cercano al heavy clásico, como esta noche mismamente.
La elección del vocalista también era delicada, pero Marc Lopes (LIEGE LORD) es una opción estupenda. No es un clon de Eric Adams, que de hecho se mueve más en el estilo de los primeros tiempos de Jeff Scot Soto cuando estaba en YNGWIE, o de un Vescera en OBSESSION. De cualquier manera, Marc llega a todos los tonos altos, aunque una vez allí no puede modular como Eric Adams (¿y quién puede?), pero ojo, al final estamos exigiendo a un tío que se ponga a la altura en cada fecha del tour de trabajos tan complejos de interpretar vocalmente como “Hail to England”. Lo que no puede ser no puede ser, y además Lopes es un gran frontman, así que no se puede pedir más cuando, además de estar arengando a la gente, y disfrutando sobre las tablas, llega a la mayoría de las notas más altas.
Comandando este ciclón de metal estaba Ross Friedman, o Ross the Boss, como queráis. Los años no pasan en balde, pero él sigue siendo dueño de ese “algo” que se tiene o no se tiene… a medio camino entre el carisma en escena y el magnetismo sobre las tablas. Pintas muy correctas y metaleras, actitud de showman de Pressing Catch, y sobre todo el ser capaz de recrear cada nota de guitarra de los discos más queridos de MANOWAR. Vale, no clavó todos los solos, sólo casi todos, jeje. Su estilo, mucho más blues y clásico a la vez, es el que le pega a los hits de MANOWAR, y no esos aires neoclásicos que imprime Karl Logan, que vale que es mucho más técnico, pero a la vez carece de feeling. En nuestra humilde opinión no hay color, y más visto lo visto esta noche… que ya podrían retomar los originales a Ross y a Rhino y volver a ser una banda digna, pero ése es otro tema.
Todas estas habilidades individuales, agrupadas bajo el nombre de ROSS THE BOSS como banda, se pusieron al servicio de un puñado de temas de los que ponen los pelos de punta. Primeros acordes de “Blood of the Kings” para empezar y la sala ya estaba patas arriba. Actitud correcta encima del escenario y también debajo. Aquí no había pijos de los que llenan los grandes conciertos y luego van presumiendo por el departamento de contabilidad de la multi para la que trabajan de lo rockeros que son. Tampoco estoy hablando de que aquello estuviera lleno de guerreros del metal listos para cantar canciones de verdadero Heavy… ni una cosa ni la otra, sino la mejor opción posible: fans dispuestos a divertirse a tope participando del concierto con temas como “Death Tone” o la cañerísima “The Oath” que sonarían a continuación.
De cualquier manera, público muy heavy esta noche, y muchos, muchísimos seguidores de los primeros tiempos de MANOWAR, como es lógico. No importaba que las canciones fueran más o menos populares, todas eran acogidas y coreadas por igual, y es que ¿quién puede resistirse a “Blood of my enemies” o “Kill with Power”? Yo no desde luego. Todo el setlist fue de clásicos como decía, pero con un enfoque muy correcto, en el que la única concesión a la comercialidad, dentro de los clásicos de MANOWAR, fue “Fighting the World” hacia el final del concierto. Hasta que sonó, el repertorio estuvo dominado por los temas más duros, e incluso oscuros, como “Each Dawn I Die”, uno de mis preferidos de siembre. Espada y brujería siempre han maridado bien con el Heavy Metal pero así, sin tonterías ni artificios absurdos, el que quiera entender que entienda, como se suele decir.
La «anticomercialidad” seguía, y alternada con “Sign of the Hammer” escuchamos “Gloves of Metal” y “Dark Avenger”. Cortes largos, duros, potentes y celebradísimos por toda la sala. Es más, “Dark Avenger” fue uno de los puntos álgidos del concierto. Ya sabéis cómo va: una primera parte cuasi narrada, la locución de Orson Welles mientras Ross The Boss se ocupaba de los teclados dando atmósfera y… tormenta de metal al final. La parte de la subida de tempo, mientras que Lopes rompía cristales con sus agudos queda grabada como de lo mejor que he visto este año en directo por el momento.
Y casi sin darnos cuenta ya estábamos encarando el final del show, y tras un solo de Rhino con guiños al magnífico “Achiles” de “Triumph of Steel”, era el momento de “Fighting the World”, “Metal Daze” y la majestuosa “Battle Hymn”. Single coreable, macarrada sencilla y directa del primer disco y un tema épico-barbárico de primera. Tres caras del Heavy Metal en unos 20 minutos, así de fácil para Ross the Boss, y nosotros encantados y cerca del éxtasis de los mejores tiempos/noches del Canci, Excalibur y demás.
El concierto perdió momentáneamente fuelle al final. No sé si la euforia se apoderó de Ross,o si lo está haciendo el resto de fechas también, pero el punto más bajo de la actuación, sin duda, fue la improvisación de Blues antes de “Hail and Kill” cargándose el crescendo de la canción. Me imagino que era improvisado porque Ross marcaba las vueltas a dar a Lepond y a Rhino, pero sobró completamente. En la sala Lemon se estaba celebrando el cancionero de MANOWAR, no la habilidad de un Ross The Boss, cuyo fuerte es la composición y no la técnica… De hecho, quizás el fallo no fue éste en sí sino el hecho de presentar que iban a tocar «Hail and kill» antes de meter la parte instrumental, totalmente equivocado… Menos mal que al retomar “Hail and Kill” todo volvió a las mayores cotas de intensidad en las que se había desarrollado todo el show, y que, remarco, fueron altísimas.
Gran puesta en escena, gran ejecución, y una actitud en directo genuina de la que ya casi no se ve. Ross the Boss manda en el Heavy Metal a través de las canciones de MANOWAR, y punto.
Texto: Pablo Mayoral (pablo@redhardnheavy.com)
Fotos: Yolanda Moreno (Yolanda Moreno Music Photo)
‘ ‘
P.D. – El único borrón para ROSS THE BOSS, y les tiramos de las orejas por ello, es que usaron el backline y kit de batería de los teloneros (perfecto, y algo muy habitual), pero tuvieron el feo detalle de tapar, de manera bastante ridícula además, el logo de «Invisible» con cinta negra. Mal, y algo que no deberían haber hecho y desde aquí lo reseñamos, porque no estuvo bien y además quedaba fatal.
Si os fijáis en el vídeo nos veréis macarrear, jeje…